Los ataques en precampaña a la coalición de izquierdas, Podemos-IU-Equo marca de cómo será la campaña hasta el 26J. Se inició con la pretendida internacionalidad de unos partidos con la visita en plan estelar a Venezuela, hablan de allí de lo mismo que aquí callan, y una vez más la realidad no ha sido plasmada con claridad por los medios españoles, sí es cierto que en ese país la población civil está pasando apuros y el pueblo lo que quiere es quitarse el hambre, por eso han votado a los que controlan el suministro alimenticio, no porque sean mejores gobernantes, sino por el hecho de que tienen sus almacenes repletos de alimentos, pero ellos no son José, el que abrió los graneros para repartir el grano entre la población egipcia (Génesis 42-45), paradójicamente son la oposición y la imagen de los poderes financieros del país opuestos a cualquier gobierno que no sea de corte liberal, son la cara dulce de Pinochet y la Cía de 1973, en lugar de desenfundar los sables eligen otra forma de matar, la inanición, para que el pueblo les entregue el poder y así controlar lo único que les interesa, la mayor fuente de riqueza de ese país, el petróleo, cuya producción junto a la de China y Rusia no están bajo control de EE UU.
Pero no solo eso esconde la prensa española, lo que esconden de esa precampaña en un país que nada tiene que ver con España es, la risión de la prensa internacional por las críticas y el ridículo, señalado incluso por dirigentes europeos con afinidades ideológicas, no llegando a comprender lo esperpéntico de ese espectáculo, digno de Valle – Inclán.En el interior es unánime el todos contra Podemos-IU-Equo y el argumento generalizado aparte del internacional es que la nueva coalición Podemos-IU-Equo es una amalgama de grupos que marea y no ofrece seguridad por la diversidad de planteamientos.
Los energúmenos que nos gobiernan ahora, intentan desprestigiar a esta coalición calificándola de mareas mareantes. Pero un análisis de quién es quién en esto de las coaliciones, es el que nos gobierna desde el 2011, el PP, ganando las elecciones por coaliciones o mareas regionales: PP-UExtremadura, PP-PARagonés, UPNavarro-PP, CC-NC-PNCanaria, FAsturiano C.
Tampoco el PSOE debe dar lecciones, ha gobernado muchas veces con nacionalistas como PNV y CiU nada socialmedócratas, y ahora la andaluza le pide a su secretario que analice "con quién se puede entender y con quien no" porque "son muchos Podemos distintos", indicando quién es quién marcando la pauta en su partido, y su hipotético jefe para atraerse como sea el apoyo de los barones regionales críticos con su gestión (otras formas de mareas), les promete reformar la financiación autonómica antes de que acabe 2016.
Y llegamos al partido del lame..los, el que critica a los anteriores de manera laxa y puntual, pero pactan con ellos según su interés en cada comunidad, quiere estar en la ola dado que nunca podrá estar en la cresta y se ofrece para un gobierno de gran coalición, sin dar alternativas a los electores solo ofreciéndose como bisagra de gobierno de coalición.
La diferencia entre estos partidos que dicen querer representarnos es que solo plantean intereses particulares de determinados grupos para gobernar, sus mareantes mareas piden dinero o la forma de controlarlo, su único y verdadero interés, origen de las Líneas Rojas. Ahí radica la gran diferencia con Podemos-IU-Equo y sus Mareas, donde cada una de ellas exige cosas concretas en Sanidad, Educación, Empleo, Jubilación, Prestaciones Sociales, Escuelas infantiles, Guarderías…, nunca dinero, ya se planteó tras el 20D un programa básico para gobernar con otros partidos, pero chocaba contra intereses creados, no están acostumbrados a lo concreto y necesario para la población. Ahora volverán a prometer lo mismo que en el 2011 - 2015, y algunos pueden que les crean, y de nuevo será contrario a lo prometido porque las líneas rojas serán las que pongan los hombres de negro del BCE – FMI.
Que se dejen de hipocresías, bien saben que las Mareas de Podemos-IU-Equo no piden dinero, ofrecen alternativas a corto y medio plazo para arreglar lo destruido por privatizar, esa es la gran diferencia.
José Enrique Centén