El Confidencial
radiolider Buscador de noticias buscar en google
José Manuel López García
A mi manera

Las rémoras

12-03-2018

En lo que se refiere a los negocios, el amor y la vida en general hay que desarrollar una serie de medidas cautelares con respecto a la sociedad. Por lo tanto, si es usted alguien proclive a ayudar a la gente o es benévolo ante los enemigos vaya usted cambiando. Esto no quiere decir que tenga que volverse repentinamente en un ser frío, vil y despiadado; simplemente ha de madurar psicológicamente para convertirse en mitad monje y mitad sicario.

El principal problema al que se va a afrontar una vez vaya destacando en su carrera profesional van a ser las personas y, en particular, sus propios paisanos. Esto no es algo novedoso, es un hecho que recoge la propia Biblia con las palabras “ningún profeta es aceptado en su propia tierra”.

Por regla general, si usted destaca o tiene éxito tropezará con cuatro tipos de individuos peligrosos.

En primer lugar, la gran mayoría de las personas que le rodean no se creerán que usted esté destacando. Por lo pronto, podrán decir que todo cuanto hace es falso o que usted está vinculado a algún tipo de actividad delictiva, puesto que no son capaces de reconocer que usted tiene éxito y ellos no.

Ante esta primera impresión, usted deberá de tomar dos medidas. Por una parte, ir creando una coraza, ya que esto es sólo el principio y; por otra parte, ser muy selectivo con respecto a su círculo próximo.

En segundo lugar, una vez vaya asentando su experiencia y credibilidad empezará a encontrarse con envidiosos que criticaran todo cuanto hace o dice, ya que la afición de un elevado sector de la población es el cotilleo. Para ello, la solución es muy sencilla, continuar construyendo la coraza y, seguir creciendo. Nunca desista de sus esfuerzos, ya que si le critican es con el objetivo que usted deje de ser productivo. Además, una vez identifique a esos personajes cotillas deberá de ignorar sus comentarios. El refranero español es muy sabio para estos casos ya que “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”.

En tercer lugar, y probablemente a la par que los anteriores, podrá encontrarse con los acomplejados que opinan. Estos son fáciles de identificar ya que generalmente son seres ociosos con ciertos recursos económicos -generalmente hombres mantenidos o ricos herederos- pero a la vez ignorantes que no comprenderán exactamente cuál es el motivo de su éxito. La tendencia de estos individuos será aceptar su éxito y darlo por válido pero sometido a condición, es decir, siempre y cuando usted escuche y tenga en cuenta sus consejos. Por su propio bien, si es usted inteligente, no siga los consejos de estos o acabará igual que ellos.

Y en cuarto y último lugar, los aduladores. Este tipo de personajes son zalameros que tratarán conseguir algo de usted. A veces podrán parecer admiradores de su trabajo pero lo más probable es que le ridiculicen a sus espaldas. Su forma de pago será hablar bien de usted, así como su contramedida será criticarlo sino consiguen aprovecharse.

Todas estas son una breve clasificación de rémoras con los que se topará en su carrera profesional. Tanto a estas como a las demás, les une la misma característica, tratarán de sacarle la sangre.Por lo tanto, vaya usted construyendo su propia coraza. Además, en la medida de lo posible conozca mucho al individuo antes de confiar en él. 

Por principio, desconfíe hasta de su propia familia, ya que en toda familia hay ratas; y si ofrece algo, en su justa medida.

Como recomendación personal añadir que, todos estos individuos existen en todos los estratos de la sociedad y en todos los lugares del mundo pero, si tiene la oportunidad salga de su propia tierra, conozca mundo y trate con personas que sean iguales que usted en carácter y conocimiento.

Manuel Freire-Garabal y Núñez


Ver otros artículos de este colaborador




www.galiciadiario.com no se hará responsable de los comentarios de los lectores. Nuestro editor los revisará para evitar insultos u opiniones ofensivas. Gracias




Videoteca