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José Manuel López García
Cartas al Director
Punto de Vista

Esfuerzo, perseverancia y tenacidad

26-01-2024

Ciertamente, en la sociedad digital y del espectáculo y la diversión en la que vivimos, el esfuerzo no está suficientemente reconocido, de forma general. Los resultados en los ámbitos profesional y vital no se logran por suerte o por azar, ya que intervienen, de modo decisivo, la dedicación y la entrega en cuerpo y alma a lo que se desea lograr. Algo que se aplica a todos los aspectos de la existencia. 

La formación en la cultura del esfuerzo está presente, de forma explícita y manifiesta, en la ley educativa vigente y es algo que se reitera en las anteriores disposiciones legislativas, a lo largo de un considerable número de años. A pesar de esto, en la mentalidad social parece que se infravalora o desprecia la constancia y la perseverancia, frente al éxito como consecuencia de la suerte o el azar o de actitudes que no son éticas, pero que se realizan. Parece que vale todo, con tal de amasar mucho dinero y esto no es cierto.  

Incluso los genios o las grandes mentes han logrado sus objetivos, con mucho esfuerzo y esto se tiende a olvidar. Edison, como es sabido, fue un extraordinario inventor, pero él mismo reconocía que lo esencial en sus inventos era el trabajo duro y la insistencia, sin sucumbir al desaliento, en ningún caso. Por supuesto, decía que un 1% de inspiración y genialidad era algo necesario, pero el resto es esfuerzo y perseverancia.  

Conviene poner el énfasis especialmente, en relación con los adolescentes, en la importancia decisiva del esfuerzo sostenido en el tiempo, de una forma constante, para el logro de los objetivos vitales. No existe otra alternativa. Si no se hace esto lo que se produce es una existencia superficial, que se parece mucho a una vida de supervivencia. No es lo más apropiado para los seres humanos. Como expresaba en sus obras Aristóteles la búsqueda de la excelencia es lo que corresponde, si queremos vivir de forma profunda y amplia o de modo pleno. Y de esto se trata, sin duda. Si no se hace así, si no luchamos por extraer lo mejor de nosotros mismos, dejamos de desarrollarnos y de ser lo que realmente podemos ser. Para el estagirita la mejor existencia es la dedicada al conocimiento, ya que es lo más propio de los seres humanos, que poseemos la inteligencia abstracta, el pensamiento simbólico que nos diferencia de los animales irracionales. La racionalidad es lo que nos define o el cultivo de la razón.  

Las emociones y la pasión también forman parte de las conductas de las personas, pero dirigidas y orientadas por la racionalidad, según Aristóteles. Porque de lo contrario, las conductas pueden ser irracionales y excesivas, alejadas del término medio. Pero, sin pasión la vida no es feliz. 

En la existencia la magia no existe. En distintas etapas de la vida, un considerable número de personas creen que el azar y la buena suerte les va a beneficiar, pero esto generalmente no sucede, excepto en muy raras ocasiones. Parece mejor ser realista y vivir con los pies en la tierra. Por otra parte, es evidente que el azar forma parte de todo lo que ocurre. Esto no significa que no haya que esforzarse, todo lo contrario.  

Los grandes artistas, científicos, inventores, gobernantes, aventureros, literatos y filósofos han demostrado con sus vidas y sus conocimientos, descubrimientos, obras y creaciones que todo es posible, con perseverancia, pasión y constancia. Son un ejemplo o modelo que seguir por todos, en la medida de las posibilidades de cada uno. 

No se debe entender el esfuerzo o la dedicación como algo aburrido, ya que es divertido y apasionante esforzarse, ya que se pone en juego o en actividad toda la potencia del sujeto, con propósitos determinados y con enfoques que persiguen los sueños por alcanzar. Es la verdadera vida de la que podemos sentirnos satisfechos al poner todos los medios, para que sea intensa, profunda y plena.  

Se puede aspirar a una vida sencilla y casi de subsistencia, pero no es la mejor opción, aunque cada persona es libre de elegirla, porque no se asume ningún riesgo. Pero, a mi juicio, el mayor riesgo es no perseguir nuestros sueños, ya que en el final de la vida la gente se arrepiente de no haber sido valiente y haber hecho lo que realmente quería.  

La vida o es aventura o no es nada. El ejemplo de los grandes personajes de la historia así lo muestra. Sin audacia muchas cosas no se consiguen. Es así de simple y rotundo. Pensar a medio y largo plazo es esencial en todos los aspectos de la vida. El conformismo no es una buena estrategia vital, aunque sea la más habitual en la sociedad consumista y hedonista, en la realidad social que vivimos. Ver video

José Manuel López García


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