Zimbabue vive la jornada de hoy con tranquilidad, tras haber resuelto la crisis militar y política con la caída de Robert Mugabe, y con impaciencia ante la toma de posesión del nuevo presidente, Emmerson Mnangagwa, el primer cambio de liderazgo en el país desde su independencia, en 1980.
El exvicepresidente cumplirá mañana su viejo deseo de convertirse en jefe de Estado, pues su nombre ha estado vinculado durante casi 15 años a numerosos planes para reemplazar a Mugabe, que finalmente le costaron la destitució. EFE