Como cada año por estas fechas, los relojes se adelantan una hora -esta madrugada a las dos serán las tres- lo que provocará en nuestro cuerpo "un pequeño jet lag" que desaparecerá en el 99 % de los casos en unas 24 o 48 horas, aunque los niños y las personas mayores pueden que lo acusen algo más.
Lo exponen a Efe varios expertos, que coinciden en señalar que los efectos de adelantar los relojes son similares a los que se tienen por la falta de sueño, como más cansancio, irritabilidad o algo más de dificultad para concentrarse. EFE