El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras dos días de resistencia en el sindicato desde el que llegó a la política, se entregó para comenzar a cumplir los doce años de cárcel que le impuso la Justicia por corrupción.
"Cometí un delito", que fue "llevar los pobres a la universidad, permitir que compren coches, que tengan comida" y "si es así, seré un criminal el resto de mi vida", dijo Lula en un discurso cargado de emoción que fue una despedida de los miles de simpatizantes que, desde el jueves, rodearon el sindicato en que se había atrincherado. EFE