Un año después de las primarias en las que Pedro Sánchez se impuso con holgura a la presidenta andaluza, Susana Díaz, y al exlehandakari Patxi López, nadie cuestiona su liderazgo ni su legitimidad para ser el candidato a la Presidencia del Gobierno, pero él aún no ha logrado que el PSOE despegue como alternativa clara al PP.
Con un partido aparentemente apaciguado, una dirección leal y un PP en horas bajas, los socialistas no sólo no consiguen escalar posiciones en las encuestas, sino que en nueve meses han perdido tres de los cinco puntos que consiguieron con el efecto social de las primarias, según el CIS. EFE