La victoria sin mayoría lograda en las urnas por el conservador Partido Demócrata Esloveno (SDS), con su mensaje antiinmigración y eurocrítico, abre una difícil negociación para formar Gobierno, ante el veto de las fuerzas de centroizquierda a un movimiento al que acusan de "populismo de derechas".
El propio presidente de Eslovenia, Borut Pahor, reconoció hoy que el reparto de fuerzas tras las elecciones generales del domingo hará necesarias "mucha paciencia y sabiduría" para formar un nuevo Ejecutivo en esta antigua república yugoslava. EFE