EFE | La activista iraquí Nadia Murad y el médico congoleño Denis Mukwege exigieron hoy al recibir el Nobel de la Paz en Oslo el fin de la impunidad de la violencia sexual en conflictos armados y un compromiso internacional para llevarlo a cabo.
Cuando se cumplen 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, pidieron protección para las minorías y considerar la violencia sexual como abuso de esos derechos, con especial atención a niños y mujeres, "víctimas invisibles del horror de la guerra", en palabras de la presidenta del Comité Nobel Noruego, Berit Reiss-Andersen.