Agencias | "Estamos
en una dictadura y no van a entregar voluntariamente el poder, tenemos
que presionar", dijo a los periodistas Guaidó, después de hablar a una
multitud que se reunió en el este de Caracas para recibirle tras su paso
por Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, donde fue
agasajado con honores de jefe de Estado.
Antes de su llegada a esta tarima, el líder del antichavismo entró a Venezuela a través del aeropuerto internacional Simón Bolívar, cercano a Caracas,
donde fue aplaudido por cientos de simpatizantes y saludado por una
decena de diplomáticos que le manifestaron su respaldo. Los embajadores de España, Francia, Alemania, Portugal, Chile y Argentina, entre otros, recibieron a Guaidó en el aeropuerto
Salida por Colombia
La
expectativa por su retorno radicaba, entre otras cosas, en una
prohibición de salida del país que le dictó la Fiscalía, que solo
reconoce a Maduro como mandatario, y que Guaidó burló el pasado día 22
cuando cruzó caminando y ante la mirada de decenas de militares la
frontera hacia Colombia.
"Luego de las amenazas, aquí estamos",
comentó tras confesarse "consciente del riesgo" de detención que
enfrenta pese a contar con inmunidad parlamentaria, aunque hasta ahora
ni la Fiscalía ni el Supremo ni los altos dirigentes de la llamada
revolución bolivariana se han pronunciado al respecto.
Guaidó
relató que fue recibido por la policía migratoria a la voz de
"bienvenido, presidente" lo que evidencia una vez más, dijo, que la
cadena de mando en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y en los
cuerpos de seguridad "está rota" por la "ilegitimidad" de Maduro.
Empleados públicos
"Las
Fuerzas Armadas, ¿qué más van a esperar? (...) Sabemos que el 80% está a
favor del cambio, lo sabemos, se han comunicado con nosotros, nos han
hablado", remarcó tras asegurar que se siente "más fuerte que nunca" en
su empeño de lograr el cese de Maduro como "usurpador", un Gobierno de
transición y unas elecciones libres.
Dijo a los militares que,
como jefe del Parlamento y como presidente encargado, "pide, exige,
ordena" que "detengan definitivamente a los colectivos y presos que
actuaron el 23 de febrero" como brazo armado del chavismo y reprimieron a
los ciudadanos que ese día pidieron el ingreso de la ayuda humanitaria
al país.
El jefe parlamentario anunció que este martes sostendrá
una reunión con "todos los sindicatos de empleados públicos" para
coordinar acciones que resten apoyos a Maduro.
"No podemos
permitir que la burocracia siga secuestrada, que usen a nuestros
empleados públicos que hoy no ganan bien (...), llegó el momento de
decir ya basta, llegó el momento de dejar sin funcionamiento a ese
régimen que los oprime", sostuvo.
El sábado, manifestaciones
Guaidó
también convocó a nuevas manifestaciones el próximo sábado, cuando
prevé que los ciudadanos vuelvan a las calles de Venezuela "decidida y
determinadamente para movilizarse en búsqueda de su libertad".
"No nos quedaremos ni un segundo tranquilos hasta lograr la libertad de Venezuela", agregó sin dar mayores detalles.
Agradeció
también el apoyo que recibió durante su gira por Suramérica por parte
de los gobiernos de Iván Duque, Jair Bolsonaro, Mario Abdo, Mauricio
Macri y Lenín Moreno, y aseguró que contará con el respaldo de estas
administraciones en su lucha contra el chavismo que gobierna Venezuela
desde 1999.
Advertencias
Guaidó
concretó su regreso a Venezuela en un día festivo y en medio de las
advertencias lanzadas por varios gobiernos, incluido el de Estados
Unidos, sobre radicalización de acciones contra Maduro y su círculo
cercano en caso de que el diputado fuera encarcelado.
Miles de
antichavistas se reunieron en una veintena de ciudades para respaldar a
Guaidó y reiterar el rechazo a Maduro, cuyo segundo mandato no es
reconocido por numerosos gobiernos entre otras razones por la
imposibilidad de competir que tuvieron sus principales contendientes en
los comicios en los que obtuvo la reelección.