EFE | La
secretaria judicial que participó en el registro del 20S en la
Conselleria de Economía ha confesado que tuvo "miedo" de salir cuando
vio lo que había fuera, tras descartar hasta tres ofertas para abandonar
sola el edificio por la puerta principal y solicitar sin éxito un
helicóptero por la azotea.
Montserrat del Toro, cuya testifical es clave para todas
las partes respecto a lo que aconteció el 20S, intervino en la
diligencia acordada por el juzgado de instrucción número 13 de
Barcelona, que ordenó registrar la sede de Economía el 20S, cuando miles
de personas bloquearon durante todo el día la salida a la comitiva
judicial.
"Tuve preocupación todo el día y miedo a partir de las
21.30 cundo vi lo que había fuera", porque aquella concentración "se
transformó en un tumulto de gente y era imposible salir porque no se
podía transitar por la calle", ha señalado la testigo.
La
letrada de la administración de Justicia, cuya imagen no se ha
difundido en el juicio tras acordarlo la Sala, ha explicado con detalle
cómo se negó en rotundo a aceptar ninguna de las tres ofertas que le
trasladó el teniente de la Guardia Civil, que era el responsable del
operativo de la comitiva judicial, una vez que finalizó el registro.
La
primera consistía en salir por la puerta principal custodiada por dos
mossos para atravesar la multitud y a partir de ahí buscar a una boca de
metro "para regresar como pudiera", una opción que ni la contempló
porque era "inadmisible".
"Después de lo que había
esperándome al otro lado, que había visto y fotografiado, no era una
opción segura, no lo acepté", ha asegurado la testigo que, como parte de
la comitiva judicial, consideraba que debía entrar y salir con el resto
de sus miembros.
La segunda opción sobre la mesa era
salir por la puerta y atravesar la "avalancha de gente" por un pasillo
habilitado por civiles, sin saber hasta donde podía llegar ni si lo
haría con custodia policial. Por las mismas razones antes expuestas
rechazó esta oferta que no comportaba "ningún tipo de seguridad" ni para
ella ni para los documentos intervenidos que portaba.
También
descartó la tercera vía consistente en un pasillo formado no por
civiles sino por los antidisturbios y que solo podría ser transitado por
ella. "Pero -ha dicho- no podían asegurar la integridad ni seguridad ni
custodia de todos los efectos" intervenidos. "Dije que no, que eso no
podía admitirse", ha añadido.
Rechazadas las tres
ofertas y la llegada de un posible helicóptero, que previamente ella
había solicitado para salir por la azotea y que se descartó por estar
lleno de antenas, la testigo ha explicado que el teniente le confesó que
"no había más opciones y que no esperaban más ayuda", por lo que pensó
que solo podía recurrir al magistrado del 13 que, precisamente ese día,
estaba de guardia.
"Recuerdo las únicas palabras que
le dije: me tienes que ayudar Me tienes que sacar de aquí. No hay
opción, o hay salida. Él me dijo: no te preocupes, voy a hacer lo que
pueda", ha relatado.Pasaron mas de treinta minutos,
ha continuado, cuando dos mandos de los mossos de paisano se acercaron y
le ofrecieron una salida alternativa por el edificio contiguo a la
Consellería, que es el Teatro Coliseum.
Se haría, ha
proseguido, "aprovechando el final de una función" y "mezclados entre el
publico" junto a ochos mossos de paisano para, ha precisado, "ocultarme
a la vista de la gente". Tras salir de la Consellería
por una azotea de una segunda planta y acceder a una contigua en el
teatro que exigió que se descolgara de un muro, la secretaria ha contado
que entró directamente a los camerinos y, tras esperar media hora a que
el dueño del teatro reconsiderara su negativa a dejarla salir tras
haber aceptado previamente, pudo salir del mismo, pero ya sin gente.
"La
función había acabado, el teatro estaba vacío, solo quedaban los
actores y las verjas habían sido echadas", ha agregado la testigo, que
tuvo que correr con los mossos hacia unos coches patrulla, porque a dos
metros ya estaba la gente manifestándose.