EFE | Agencias | Fotos por satélite han mostrado hoy nueva actividad en una
instalación de misiles de Corea del Norte, lo que incrementa la
posibilidad de que esté preparando un lanzamiento tras la fallida cumbre
de Hanói y hace temer por la continuidad del diálogo con Estados
Unidos.
Las imágenes, analizadas por el experto Jeffrey Lewis, del
estadounidense Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, y
colgadas hoy en su cuenta de Twitter, evidencian movimiento en la
llamada planta de investigación y desarrollo de Sanum-dong, situada en
el distrito de Ryongsong en Pionyang.
En las fotografías se aprecia una concentración de vehículos frente
al centro de ensamblaje y se ve también un tren estacionado y grúas
levantadas en el cercano centro de carga, empleado para el transporte de
proyectiles y componentes.
Las imágenes parecen ratificar lo que al parecer comunicó el director
del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) surcoreano, Suh Hoon, a un
grupo de parlamentarios el pasado jueves: que Corea del Norte podría
estar preparando un nuevo lanzamiento.
Se cree que en Sanum-dong se fraguó precisamente el Hwasong-15, el
misil intercontinental (ICBM) más moderno del régimen, que se cree que
tiene capacidad para alcanzar territorio estadounidense y que fue
testado con éxito en noviembre de 2017.
Precisamente esa fue la última prueba armamentística del régimen de
Pionyang, que desde que
apostó por la vía diplomática en enero del año
pasado no ha vuelto a disparar un solo proyectil.
El propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había mostrado
en las últimas semanas, tanto antes como después de la cumbre de Hanói,
su satisfacción con respecto a esta moratoria en torno a los test de
armas.
Pero ahora todo indica que en Sanum-dong algo fue ensamblado y
después transportado, ya que imágenes por satélite posteriores tomadas
ayer viernes muestran que el tren ya no se encuentra en el centro de
carga.
Esto, unido al movimiento detectado recientemente en la base de Sohae
(noroeste del país) hacen pensar en el posible lanzamiento de un
satélite a bordo de un cohete, más que en el de un misil.
Sohae es la principal base del programa espacial norcoreano y ha sido
escenario de tres lanzamientos (uno de ellos fallido) realizados entre
2012 y 2016 para poner en órbita varios
satélites del programa
Kwangmyongsong (“Estrella brillante”).
En todo caso, la ONU consideró siempre que estos lanzamientos
espaciales de Pionyang eran en realidad una prueba encubierta de misiles
ICBM -que emplean tecnología similar a la de un cohete espacial- y los
castigó con los correspondientes paquetes de sanciones.
Cabe destacar en todo caso que el primer conjunto de imágenes que
revelan movimiento en Sanum-dong fueron tomadas el pasado 22 de febrero,
casi una semana antes de que la cumbre de Hanói entre Trump y el líder
norcoreano, Kim Jong-un, se cerrara con falta de acuerdo entre las
partes.
Esto indica el régimen ya preparaba este posible nuevo lanzamiento
aparentemente con independencia de la resolución fallida que finalmente
tuvo la cumbre de Vietnam.
En cualquier caso, con estos preparativos el régimen podría estar
tratando de presionar a la Casa Blanca para retomar cuanto antes el
diálogo después de que el fiasco en la cumbre.
Aunque Pionyang y Washington dan versiones diferentes, el desacuerdo
en el encuentro bilateral giró en torno al número de activos del
programa nuclear norcoreano a desmantelar y el volumen de sanciones
internacionales sobre Pionyang a aliviar como contrapartida.
Estas diferencias, el aparente cambio de actitud del régimen -cuyo
aparato de propaganda culpó ayer por primera vez a Washington del
fracaso de la cumbre- y el descontento en la Casa Blanca con la aparente
actividad detectada en Sohae hacen temer que el diálogo iniciado el año
pasado pueda ahora descarrilar.