EFE | El Parlamento británico rechazó este martes
por segunda vez el acuerdo sobre los términos de salida de la Unión
Europea (UE) que la primera ministra del Reino Unido, la conservadora
Theresa May, ha pactado con Bruselas.
Por 391 votos frente a 242, la Cámara de los Comunes rehusó ratificar
el texto, que incorporaba garantías adicionales respecto a la versión
que se votó en enero de que el mecanismo para evitar una frontera en
Irlanda del Norte no será una solución permanente.
La decisión del Parlamento, que May dijo lamentar «profundamente», abre la puerta a dos nuevas votaciones esta semana.
La cámara valorará el miércoles la posibilidad de que el Reino Unido abandone sin un pacto la Unión Europea el 29 de marzo, la fecha prevista para la ruptura. Si los diputados se pronuncian en contra de un 'Brexit' no negociado, el escenario más probable, la primera ministra ha
avanzado que convocará el jueves una nueva votación en la que el
Parlamento decidirá si Londres debe pedir a Bruselas una extensión del
plazo para abandonar la UE.
El rechazo al acuerdo se produjo este martes debido a que diputados euroescépticos
del Partido Conservador, así como el norirlandés Partido Democrático
Unionista (DUP, socio parlamentario de May), consideraron que las
aclaraciones sobre la salvaguarda otorgadas por la UE son insuficientes.
La primera ministra negoció esos cambios, que calificó de «legalmente
vinculantes», tras un diálogo contrarreloj con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el lunes por la noche.
A pesar de esas garantías, el abogado general del Estado británico,
Geoffrey Cox, advirtió hoy de que los "riesgos legales" de que el Reino
Unido quede integrado en las estructuras de la UE de manera indefinida,
hasta que se alcance un nuevo tratado comercial entre Londres y
Bruselas, "no han cambiado".
La opinión legal de Cox ha resultado clave para
decantar el voto de los euroescépticos, que temen que el mecanismo de
salvaguarda ate al Reino Unido al bloque comunitario en contra de su
voluntad y dificulte la firma de nuevos tratados con terceros países
mientras esté activo.
La UE, por su parte, considera que esa cláusula es imprescindible
para mantener la integridad del mercado único y preservar tras el
'Brexit' los acuerdos de paz que se firmaron en 1998, que establecen que
no habrá una frontera entre la República de Irlanda y la región
británica de Irlanda del Norte.