EFE | La
presidenta del Congreso, Ana Pastor, planea agrupar la votación de los
reales decretos leyes aprobados por el Gobierno en los llamados "viernes
sociales" en una sola sesión de la Diputación Permanente, para lo que
sopesa una fecha de la última semana de mes o de la primera de abril.
Fuentes
próximas a la presidenta han recalcado a Efe que este es el plan que
ahora mismo maneja; su intención, por tanto, es esperar. Mientras, quiere saber del Ejecutivo qué calendario tiene
en mente y, en consecuencia, si habrá nuevos reales decretos por
recalar en el Congreso.
Desde la disolución de las
Cortes Generales el pasado día 5 hasta este domingo el Gobierno ha
aprobado en Consejo de Ministros cuatro decretos leyes: el que regula
los contratos de alquiler de vivienda; el de igualdad en el ámbito
laboral; el que refuerza la protección social y la empleabilidad; y el
que perfila el plan de contingencia en caso de que se produzca un
"brexit" sin acuerdo.
Los tres primeros han azuzado
una intensa controversia política por el calado de las medidas que
recoge y por el período en que el Gobierno las ha publicado en el
Boletín Oficial del Estado (BOE). Ningún partido ha
declarado que se niega tajantemente a dichas medidas, pero varios han
reprobado con dureza el momento en que el Gobierno las plantea: con las
Cortes disueltas y en contexto electoral previo al 28 de abril, día de
comicios generales. PP, incluida la propia Pastor, y Ciudadanos han sido los
más categóricos. Los populares han anunciado incluso que acudirán al
Tribunal Constitucional.
El ambiente actual anticipa
un debate de alta temperatura en la Diputación Permanente del Congreso
cuando toque debatir y votar la convalidación o derogación de los
decretos y, llegado el caso, votar si estos circularán por la Cámara con
opciones de ser enmendados, es decir, como proyectos de ley. Porque este paso por la Diputación es ineludible, para lo que la Constitución da un plazo de treinta días hábiles.
Es
el 6 de abril cuando acabaría este lapso de tiempo constitucional para
el primero de los decretos que entró en vigor, el de los alquileres,
apuntan fuentes parlamentarias consultas. Por consiguiente, antes de
este día tiene que celebrarse una Diputación. La potestad de convocar pertenece en exclusiva a la
presidenta, quien ni siquiera está obligada a consultar la fecha elegida
con la Mesa, aunque puede hacerlo.
Con esta facultad
en la mano, Pastor baraja convocar una sesión a finales de mes o a
primeros de abril para votar de una vez los decretos que ya están
aprobados por el Gobierno. "No tiene sentido celebrar varias en periodo
electoral", argumentan fuentes de la Mesa. Sin
embargo, nada impide que las diputaciones permanentes se convoquen y se
desarrollen durante esta etapa; es más, pueden incorporarse a la agenda
hasta el día antes de la constitución de las nuevas Cortes, el 21 de
mayo.
Pastor, por tanto, podría hacer encajar nuevas sesiones en el calendario si el Gobierno aprobara más reales decretos leyes. Parece ser, no obstante, que el ritmo de los primeros
viernes de marzo bajará de aquí a las elecciones, auguran fuentes de la
Mesa del Congreso. La coyuntura indica que superadas
las reticencias reglamentarias y constitucionales puestas por la
presidenta del Congreso y por Ciudadanos, respectivamente, queda esperar
la fecha de la Diputación que escoja Pastor.
Un
informe pedido por la propia presidenta puso luz a la tramitación de un
decreto ley como proyecto de ley con las Cortes disueltas por
elecciones, toda vez que no existen precedentes. Y un
segundo informe a instancias de Ciudadanos avaló la constitucionalidad
del decreto de igualdad laboral de mujeres y hombres, el que alarga el
permiso de paternidad para equipararlo en su duración al de maternidad.
La
Diputación Permanente es el órgano del Congreso que asume las labores
del Parlamento entre periodos de sesiones y tras la disolución de las
Cortes; la forman una mesa de cinco integrantes presidida por Pastor y
60 diputados (aparte, 60 suplentes). Los grupos están en ella más o menos representados en función de su
presencia en el pleno. Por ello, el PP es el que cuenta con más vocales.