EFE | Podemos
ha logrado reeditar con IU y Equo los acuerdos para concurrir a las
elecciones, aunque en esta ocasión con menos apoyo de las bases de ambas
formaciones. Por el camino se ha dejado la confluencia en Galicia con
En Marea, y en la Comunidad Valenciana con Compromís.
Podemos ha
afrontado estas negociaciones con las encuestas a la baja y un CIS que
le da en cuarta posición, un escenario opuesto al de junio de 2016,
cuando la formación morada tenía una marca sólida y expectativas de
adelantar al PSOE.
Si entonces el 84 por ciento de las bases de IU apoyaron
el plan del coordinador federal, Alberto Garzón, de confluir con
Podemos, en esta ocasión solo un 61 por ciento de los votantes en la
consulta ha apostado por unirse. Votaron 20.000 personas, casi el doble
de las 10.387 que han participado ahora.
Unos datos
que, según reconoce a Efe un miembro de la dirección, son "malos" para
Alberto Garzón y muestran cierto "cabreo" con el dirigente, que ha
logrado situar a Enrique Santiago como número 3 en Madrid pero no a su
candidata Esther López Barceló, que perdió las primarias para ser la
segunda de Unidas Podemos por Valencia.
El Partido
Comunista de España (PCE) se garantiza ahora dos de los tres puestos de
salida que tendrá IU en Unidas Podemos: al del número 3 por Madrid se
suma el 2 de Valencia para Roser Maestro. También los
afiliados y simpatizantes de Equo ratificaron esta semana por la mínima
-un 51,7 %- el acuerdo de coalición alcanzado con Podemos para las
elecciones generales del 28 de abril, que solo da a la formación
ecologista un puesto de salida -el de Juantxo López de Uralde- frente a
los tres diputados que tiene ahora.
Galicia
En Galicia,
Podemos no ha logrado reeditar el pacto que en 2016 le llevó a
presentarse con "En Marea", y en esta ocasión confrontará en las urnas
con el partido de Luís Villares, que se queda además con la marca de
2016. Yolanda Díaz será previsiblemente la candidata de "En
Común Unidas Podemos", el nombre de la alianza electoral de Podemos con
IU y Equo a la que tampoco se sumará Anova del histórico Xosé Manuel
Beiras, que no participará en las generales.
Si en la
Comunidad Valenciana Compromís rechazó ir de nuevo en coalición con
Podemos, en Cataluña se reeditará el pacto con Catalunya en Comú -el
partido de Ada Colau- para el 28-A pero en un contexto de división,
puesto que el sector soberanista liderado por Joan Josep Nuet se ha ido a
Esquerra Republicana.
Las bases de los 'comunes'
ratificaron la propuesta para concurrir junto a Podemos en las
elecciones generales en una consulta que bendijo a Jaume Asens, afín a
Pablo Iglesias, como candidato al Congreso por Barcelona. Otros partidos que también se suman a la confluencia son en Navarra 'Batzarre' y en Huesca 'Alto Aragón en Común'. Además, en Navarra, se ha conformado la candidatura
conjunta al Senado "Cambio-Aldaketa" con Geroa Bai, EH Bildu y
Izquierda-Ezkerra y en Mallorca la marca será Unidas Podemos Veus
Progressistes.
Pese a las fugas, la dirección de
Podemos se muestra orgullosa de haber reeditado el "acuerdo histórico"
del 26-J, que le llevó a obtener 71 escaños y más de cinco millones de
votos.Con su unión, IU y Podemos perdieron entonces
1,2 millones de votos respecto a los comicios de diciembre de 2015, en
un resultado que Pablo Iglesias calificó de "no satisfactorio" pero que
de reeditarse ahora sería un éxito absoluto para Unidas Podemos, según
admiten a Efe dirigentes de la formación.
A todos los
que entonces depositaron en las urnas las papeletas de Unidos Podemos
apelará en la campaña, con el ánimo de demostrar que su paso por el
Congreso ha visibilizado que sus principios son los mismos que los de
cuatro años atrás y que no tienen miedo a enfrentarse a los poderosos,
explican a Efe varias fuentes de la formación morada.
Además de alertar del retroceso que supondría un gobierno de las tres
fuerzas de la derecha -PP, Cs y Vox-, Podemos confrontará al PSOE para
demostrar que siempre acaba cediendo frente a los poderes económicos a
diferencia de la formación morada, que apelará además a los indecisos
para tratar de combatir el efecto de las encuestas.