Patrocinado por Hotel Crunia | El Real Madrid se impuso al Monbus Obradoiro por 94-70 y se reconcilió
con la línea de 6,75 metros, después de que en los dos últimos partidos
sólo anotara 4 triples en cada uno, en un choque en el que las canastas
de tres puntos fueron protagonistas.
Un triple de Trey Thompkins seguido de una gran defensa que acabó
con la posesión del Monbus Obradoiro sin que el equipo gallego pudiera
tirar a canasta fue el mejor inicio para el Real Madrid. El cuadro santiagués pasó rápidamente al ataque mostrando la que sería su mejor arma, el triple. Ben Simons y Kyle Singler anotaron los dos primeros para poner a los gallegos por delante en el marcador, 5-6 (m.2,30).
A partir de este momento, la línea de 6,75 metros pasó a ser el centro
del partido, por los lanzamientos y acierto del equipo de Moncho Fernández y por la poca puntería, desde esa misma distancia, del Real Madrid dePablo Laso.
Simons lo hizo todo triple en los primeros cinco minutos, al anotar tres
triples sin fallo y al cometer tres personales que le mandaron al
banquillo y dejaron a su equipo sin un tirador y anotador enchufado.
El Madrid amparado en Facu Campazzo y Walter 'Edy ' Tavares se agarró al partido y acabó el primer cuarto con 20-22 y 6/12 en triples de los gallegos por 3/9 de los locales.
En el segundo cuarto, el Real Madrid sufrió cuando Campazzo tuvo que ir al banco para tomarse un respiro. Klemen Prepelic sigue sin tener confianza en el puesto de base y su equipo y los rivales lo notan. El conjunto visitante siguió jugando a lo suyo, al triple, y la verdad
es que le salió bien. Acabó los primeros veinte minutos de juego con un
gran 11 de 24 (46%) y sólo 4 canastas de 2 de 11 intentos.
El Madrid mejoró algo en esta faceta, 4 de 8 en el segundo acto, y gracias a un triple de Rudy Fernández en los últimos instantes se pudo ir al descanso con ventaja en el marcador, 45-43. Antes, Laso ordenó una presión a toda cancha que rápidamente se
convirtió en una zona, que sorprendió al Monbus Obra y permitió el
triple de Rudy y la ventaja.
Lo primero que hizo Simons en su vuelta a la cancha, en el inicio del
tercer acto, fue clavar otra canasta de tres puntos, quizá como aviso al
Madrid de que su estancia en el banquillo no había enfriado su muñeca
caliente. Claro que un minuto después cometió su cuarta falta personal.
Thompkins y Rudy comenzaron a pagar al Monbus Obradoiro con la misma
moneda y sendos triples suyos significaron el 51-46 (m.22,30), la mayor
ventaja madridista del partido. El juego ofensivo del Real Madrid comenzó a fluir de forma continua, al
tiempo que la defensa exterior ahogó las líneas de pase del equipo
gallego y, por tanto, su efectividad desde los 6,75 metros.
La traslación al marcador fue rotunda, 64-48 (m.27,30), tras un parcial
en estos minutos del tercer acto de 19-5. Al final de este periodo,
71-56. Reconciliado con el triple, tanto a favor como en contra, Laso pudo
seguir con su plan de no cargar de minutos a los jugadores más
castigados, amparado en un marcador que ya no ofreció dudas, 76-56
(m.32).
Volvió Simons para tratar de acompañar la soledad anotadora de Singler,
pero el cuadro obradoirista ya estaba tocado en la línea de flotación y
nada pudo hacer. El Real Madrid se reconcilió con los triples, anotó 14 de 32 (43%) y
consiguió una victoria importante, 94-70 en la que entre ambos equipos
anotaron 30 triples, de cara a la moral en la lucha de los playoffs de
la Euroliga ante el Panathinaikos griego que comienza el próximo
miércoles. ACB
Real Madrid (20+25+26+23): Rudy (14), Campazzo (15), Tavares
(9), Deck (2) y Thompkins (9) -equipo inicial-, Causeur (6), Yusta (7),
Reyes (6), Ayón (11), Carroll (11), Prepelic (2) y Pantzar (2).
Monbus Obradoiro (22+21+13+14): Sabat, Simons (12), Llovet,
Hlinason (2) y Singler (17) -equipo inicial-, Obst (6), De Zeeuw (14),
Spires, Navarro, Pozas (2), Brodziansky (11) y Vasileiadis (6).
Árbitros: Carlos Cortés, Jorge Martínez y Esperanza Mendoza. Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima séptima
jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes (WiZink
Center) de Madrid ante 7.167 espectadores.