EFE | El
jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino
de Venezuela por medio centenar de países, volvió a pedir a los
ciudadanos que marchen este sábado hacia cuarteles de todo el país para
presionar a los militares para que retiren su lealtad a Nicolás Maduro.
"En
todos los estados iremos de nuevo (a los cuarteles) a entregar un
mensaje, a sumar más de los que nos hacen falta el día de hoy", dijo
Guaidó durante una rueda de prensa en Caracas, tres días después de
liderar un efímero alzamiento militar junto a unos 20 uniformados. El líder opositor explicó que en esta jornada, que se
desarrollará desde las 10.00 hora local (14.00 GMT), los ciudadanos
entregarán a los militares un documento cuyo contenido aún no se conoce.
"Si encontramos un piquete -bloque policial- no es tratar de pasarlo,
es hablar con los que están ahí, es entregarles el documento, es
invitarlos a que se incorporen a la lucha porque ya sabemos que hay
muchos que se quieren incorporar, porque ya sabemos que hay muchos
descontentos", agregó. Guaidó también dijo que la
fractura en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es "evidente",
una tesis que mantiene desde que inició sus llamadas a los uniformados a
principios de año para que le acompañan en una transición.
Con todo, la Fuerza Armada se ha mantenido leal a Maduro y el pasado
martes, cuando Guaidó intentó tomar una base aérea junto al dirigente
opositor Leopoldo López, no atendieron a su petición de rebelión.
No es la primera vez que el jefe parlamentario pide a sus simpatizantes
intentar persuadir a los oficiales, pues desde enero, cuando juró como
presidente encargado al invocar unos artículos de la Constitución, ha
lanzado varias iniciativas en este sentido.
El
Legislativo aprobó una ley de amnistía y garantías según la cual todos
los funcionarios que ayuden a sacar pacíficamente a Maduro del poder no
serán juzgados por tratarse, según los diputados, de un presidente
ilegítimo que obtuvo la reelección en unos comicios tachados de
fraudulentos. Ese texto legal fue llevado en febrero
hasta varias sedes militares en todo el país por parte de ciudadanos
que, atendiendo indicaciones de Guaidó, intentaron convencer a los
agentes de no reconocer a Maduro como comandante en jefe.
El documento fue recibido en algunos casos y rechazado en otros, y
algunos mostraron con más ímpetu su lealtad al chavismo llegando a
quemar la propuesta de amnistía o a disuadir con gases lacrimógenos a
quienes intentaban entregárselas. Con todo, cerca de
un millar de militares ha desertado en los primeros 100 días de la
presidencia interina de Guaidó, mientras decenas de miles se mantienen
fieles a Maduro y representados en Alto Mando castrense.
Entretanto, Guaidó convocó el domingo a una vigilia de oración "por los
mártires y la libertad" en alusión a las cuatro personas que
fallecieron esta semana en medio de las protestas antigubernamentales
que surgieron luego del levantamiento militar. Estas
manifestaciones, que se han registrado en todo el país, se han tornado
en algunos casos violentas y han dejado un balance no oficial de más de
150 heridos y casi 300 detenidos.
En otro orden de
cosas, Guaidó aseguró el pasado viernes que los opositores respetarán las
normas de la embajada española en Caracas, donde permanece como huésped
el líder de su partido Leopoldo López, quien el pasado martes burló la
condena de prisión de casi 14 años que cumplía en su residencia.
"Cada sede diplomática tiene reglas, normas que evidentemente hay que
respetarlas (...) Hay que ser, además, cortés", añadió al explicar que
al antichavismo le preocupa "la tranquilidad de los que reciben" en sus
legaciones a varios opositores en calidad de huéspedes o asilados.
Las declaraciones de Guaidó son, al tiempo, una respuesta a la
advertencia que lanzó esta misma jornada el Ministro de Exteriores
español, Josep Borrell, quien dijo que se limitarán las actividades
políticas de López en la embajada en Venezuela de su país.
"España no va a permitir que su embajada se convierta en un centro de
activismo político", dijo Borrell a periodistas en el Líbano, donde hace
una visita oficial.