EFE | Un
votante del 1-O ha relatado al tribunal del "procés" que cuando la
Policía Nacional empezó a pegarles aparecieron los bomberos quienes,
tras disculparse por haber llegado tarde, les dijeron que les iban a
defender de los agentes.
Sucedió en el Servicio Municipal de Empleo de Girona poco después de
que "los agentes empezaran a pegar a la gente", ha contado en el juicio
un ciudadano que fue testigo de los hechos. Los votantes, ha continuado, "salían chillando y llorando" del local cuando en el último momento llegaron los bomberos. "Nos dicen que han llegado tarde, que lo sienten pero que nos van a
defender y entonces se pusieron a separar a gente de policías", ha
señalado el testigo, que estuvo desde el sábado por la tarde hasta el
domingo por la noche en el colegio electoral.
Ante
lo que estaba pasando, hizo lo posible por tranquilizar los ánimos de
unos y otros, de manera que trató, junto a un amigo, de hablar con algún
mando policial, pero los agentes les decían que "no era momento de
hablar con ningún mando, que ya era tarde". "A
nosotros nos contestaban pero a los bomberos no les hablaban, era
pegarles de arriba a abajo en los cascos, hubo un bombero que le
partieron el brazo, les dieron muy fuerte", ha narrado el testigo, que
ha diferenciado entre los "golpes" para separar a la gente y "lo que
recibieron" los bomberos.
Como él, buena parte de
los testigos se han referido al 1-O como "una fiesta" o "la fiesta de la
democracia" marcada en las horas previas por la "incertidumbre" de si
llegarían las urnas, aunque todos estaban "convencidos" de que tarde o
temprano aparecerían. Y en Dosrius (Barcelona) sucedió así, cuando un testigo ha señalado que "llegó un coche con un señor con una urna".
El relato de la "emoción del día" ha ido acompañado de las condenas a
la actuación policial, como un vecino de Barcelona que votó en el
colegio Víctor Català y le recriminó a la Policía "que no había derecho
de tratar a las personas mayores de esa manera". "Él
me dijo: 'Nos han mandado que hagamos eso'", ha explicado el testigo,
después de señalar que varios agentes le cogieron "por los testículos",
le "levantaron" y le dejaron caer. "Después me cogieron dos o tres
policías, me sacaron arrastrándome y me tiraron como si fuera un paquete
a la calle (...); después vino una agente y me pegó un puñetazo en la
cara", ha añadido.
Algo similar ocurrió en el Casal
de les Cotxeres en Dosrius, cuando el alcalde se colocó dos metros por
delante de los votantes para pedirle a los agentes la orden judicial,
pero no hubo tiempo porque éstos "le engulleron y le pasaron por
encima". La actuación de Policía y Guardia Civil
contrasta, según los votantes, con la actitud de los mossos, a quienes
les vieron siempre "en la calle" y ajenos a los hechos, aunque los
testigos no han entrado en detalles cuando han abordado esta cuestión,
salvo uno.
En un colegio de Manresa, esta persona ha
hecho hincapié en la forma de actuar de los policías que "se llevaron a
niños y gente mayor a otro lado para que no vieran como pegaban a sus
familiares" en comparación con los Mossos, quienes entraron pasando
entre la gente y mediaron con abogados. Hasta que a
los pocos minutos, vieron como los mossos salieron con unas bolsas que
llevaban las urnas pero "en ningún momento causaron ningún daño ni
material ni físico a nadie".