EFE | El
presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, instó este
martes a que las próximas elecciones al Parlamento Europeo sean una
respuesta al populismo y extremismo "no con palabras sino con actos" y
pidió evitar los "eslóganes baratos" y los ataques a personas concretas.
En
una rueda de prensa inicialmente dedicada a la cumbre informal en Sibiu
de este jueves pero en la que el balance de su mandato y los comicios a
la Eurocámara han tenido protagonismo, Juncker insistió en que "hay
razones para tener esperanza en el futuro" y llamó al voto de todos los
europeos en las que, recordó, "son las elecciones más grandes del mundo a
nivel trasnacional". "Ese día, cada ciudadano europeo es Europa. Y debe
preguntarse a sí mismo: 'si todo el mundo votara como yo, ¿cómo sería la
UE el día después de las elecciones? Si todo el mundo votara por el
extremismo, ¿cómo será el paisaje europeo de los próximos años?'", dijo
Juncker.
Ante unos comicios en los que finalmente
participará el Reino Unido al no haber salido aún de la Unión, el
presidente del Ejecutivo comunitario llamó a combatir al extremismo y
populismo, que según los sondeos ganarán terreno en la Eurocámara en la
próxima legislatura, "no con palabras sino con actos". "Debemos
luchar contra el populismo y el extremismo, pero no podemos hacerlo con
eslóganes baratos o ataques personales. Los ataques personales se están
incrementando en Europa", advirtió el político luxemburgués.
En
este sentido, tildó de "totalmente inaceptables" las comparaciones en
medios de comunicación polacos del presidente del Consejo Europeo,
Donald Tusk, con Hitler o Stalin, e insistió en que este tipo de ataques
personales "no deberían tener hueco en el debate democrático europeo". De
cara a la cumbre informal de este jueves en Sibiu, Juncker señaló que
se debe mandar "un mensaje de unidad y esperanza" a pocas semanas de las
elecciones europeas, así como demostrar que las instituciones y Estados
miembros "tienen la determinación de trabajar juntos" por el proyecto.
Juncker
se refirió también brevemente al bloqueo en las negociaciones del
"brexit", que han desplazado al resto de los asuntos europeos en los
debates de líderes de los últimos meses y afirmó que, aunque la salida
británica aún no ha tenido lugar, la necesidad de hablar de un futuro a
Veintisiete y de una agenda "positiva" para la Unión es "más urgente que
nunca".
El luxemburgués también hizo autocrítica en
este sentido al recordar la campaña previa al referéndum británico como
uno de los errores de su mandato, ya que, según admitió, debió
involucrarse en este proceso para desmentir los bulos que se difundieron
sobre la Unión Europea."Fue un error no interferir,
porque hubiéramos sido los únicos en desmentir las mentiras que
circularon. Me equivoqué al quedarme callado en un momento importante",
señaló Juncker.
A pocos meses del final de su mandato
de cinco años, el presidente del Ejecutivo comunitario apuntó a la
resolución de la crisis griega como uno de los grandes logros de su
Comisión y defendió que "la UE de hoy es más fuerte que la de ayer",
pues "a la mayoría de la gente le va mejor hoy" que en 2014.
"Esto
no es casualidad, sino el resultado de nuestra unidad, determinación y
voluntad de llegar a compromisos. Tras la crisis hemos podido
levantarnos, recuperarnos y vemos que tras esa crisis estamos en el
séptimo año de crecimiento", afirmó.
La cumbre
informal de líderes en Sibiu (en el centro de Rumanía) se celebra este
jueves coincidiendo con el día de Europa y se espera que la discusión
entre los líderes produzca un primer esbozo de la agenda estratégica de
la Unión hasta el año 2024, además de una declaración de unidad para
afrontar los retos hasta entonces.