EFE | El
portavoz laborista del "brexit", Keir Starmer, ha considerado que un
acuerdo entre su partido y el Gobierno sobre la salida del Reino Unido
de la Unión Europea (UE) debe ser sometido a un voto de la población
para su confirmación, de lo contrario es poco probable que sea aprobado
por el Parlamento.
En unas declaraciones al diario "The Guardian"
publicadas hoy, el responsable de las negociaciones del "brexit"
con el Ejecutivo conservador de Theresa May consideró que más de cien
diputados laboristas pueden votar en contra del eventual pacto. Las conversaciones entre el Gobierno y el Laborismo
continúan hoy para intentar alcanzar un documento del "brexit" que pueda
ser respaldado por el Parlamento, después de que el negociado por la
primera ministra fuera rechazado tres veces por los diputados.
El
líder laborista, Jeremy Corbyn, es presionado por sus propias filas
para que se comprometa abiertamente a convocar otro plebiscito, si bien
ha indicado que se muestra a favor de respaldarlo si no prospera un
acuerdo "sensato" del "brexit". "Un número
significativo de diputados laboristas, probablemente 120, o 150, no
apoyarían un acuerdo si éste no tiene un voto para su confirmación",
señaló el portavoz laborista del "brexit". "Cualquier acuerdo que venga de este Gobierno deberá estar sujeto a un voto de confirmación", insistió.
El portavoz subrayó que muchos de sus colegas laboristas
han "dejado claro que no votarán por un acuerdo si no se incluye en él
un voto para ser confirmado (por la población)". El
político no ocultó su temor de que el Laborismo pierda el apoyo de los
votantes que respaldaron la permanencia del país en la UE (en el
referéndum de junio de 2016) cuando vayan a votar el próximo día 23 en
los comicios al Parlamento europeo.
También alertó de
que en las europeas los votantes puedan dar su papeleta a otros
partidos, lo que beneficiaria a formaciones contrarias a la UE como el
Partido del Brexit de Nigel Farage. "Si el voto progresista es dividido, entonces todo lo que
hace es abrir el camino al partido del Brexit y permitirle que pretenda
representar el punto de vista de la mayoría en este país", dijo.
Starmer
hizo la advertencia después de que laboristas y conservadores sufrieran
un varapalo en las elecciones locales inglesas celebradas a principios
de este mes, en las que perdieron numerosos concejales. El
Reino Unido tiene la fecha del 31 de octubre para su salida de la UE,
tras verse obligado a solicitar un retraso del "divorcio" -que estaba
previsto para el pasado 29 de marzo-, después de que el texto negociado
entre Londres y Bruselas durante casi dos años fuese rechazado por la
Cámara de los Comunes.
El Laborismo ha criticado al
Gobierno por no apartarse ni un ápice de sus líneas rojas (como el
rechazo a una unión aduanera) en las actuales conversaciones sobre el
"brexit". En tanto, las filas conservadoras de May,
las grietas se profundizan por las crecientes voces que piden a la
primera ministra que fije una fecha para su retirada del poder. May
ha prometido a sus diputados dimitir pero una vez que se materialice el
"brexit" y confía, según los analistas, en que pueda conseguirlo antes
del receso de verano de finales de julio.