EFE | Las
consultas sobre la tributación del alquiler turístico se han
multiplicado en la actual campaña de la renta como resultado del control
cada vez más estricto de la Agencia Tributaria sobre los
arrendamientos, que ya ha impulsado la declaración de estas rentas en
los últimos años.
Los datos de la Agencia apuntan que las rentas
del alquiler declaradas por IRPF, que rondaban los 15.000 millones de
euros en los últimos años, han repuntado hasta los 16.811 millones en
2015 y los 18.052 millones en 2016, la última estadística disponible. A pesar de ello, la asociación de técnicos de Hacienda
(Gestha) calcula que todavía en 2016 la mitad de los arrendamientos de
vivienda habitual, más de un millón y medio, era sumergido.
Desde
la asociación de Inspectores de Hacienda del Estado, José María Peláez
reconoce a EFE que tradicionalmente se han priorizado otros temas de
mayor envergadura por encima de la persecución de los alquileres no
declarados, un fraude que además carece de datos oficiales. Esta
situación ha cambiado a medida que la Hacienda pública ha tenido acceso
a información útil: los consumos de agua y luz, los datos de
deducciones autonómicas para inquilinos -que identifican al arrendador-,
la denuncias particulares e incluso las actuaciones presenciales, en
las que agentes de la Agencia se personan en viviendas de costa para
comprobar la titularidad y uso del inmueble.
También
el secretario general de los técnicos de Hacienda, José María Mollinedo,
ve "una tendencia claramente de mejora en la declaración de los
propietarios" ante las medidas de control cada vez más severas.Así,
alude como primer punto de inflexión el acceso a la información de
suministro eléctrico de los inmuebles, que ha permitido detectar
alquileres no declarados en viviendas o locales supuestamente vacíos con
gran consumo de energía.
Más allá de las inspecciones
realizadas, aclara a EFE Mollinedo, el impacto se ha visto en el
cumplimiento voluntario de arrendadores que por el "boca a boca" han
conocido estas inspecciones, que conllevan una sanción y la
regularización sin derecho a reducción. Los diferentes
indicios llevan a la Agencia Tributaria a identificar posibles
arrendadores, a los que envía avisos -700.000 en la campaña de 2018
actualmente en marcha, el triple que en la anterior- para que declaren
las rentas de manera voluntaria, una "labor preventiva" según Peláez
para "corregir el fraude".
Más recientemente, Hacienda
ha establecido la obligatoriedad de que las plataformas de alquiler
turístico remitan información sobre el uso de las viviendas que ofrecen,
incluyendo la identificación del propietario, lo que ha multiplicado
las consultas a los asesores fiscales sobre cómo tributar los
arrendamientos de este tipo.
De hecho, las consultas
se extienden también a la tributación de los ingresos obtenidos y no
declarados en ejercicios anteriores, que requerirán declaraciones
complementarias, explica a EFE el delegado de la Asociación Española de
Asesores Fiscales (Aedaf) en Cataluña y socio de Ballribera-Baqués i
Associats, Jordi Baqués.
En su opinión, en el caso de
los alquileres turísticos había mucho desconocimiento y ahora la
colaboración de plataformas como Airbnb todo "ha quedado claro". El
experto fiscal y vocal del Colegio Oficial de Gestores Administrativos
de Madrid (ICOGAM), José Antonio Martín, coincide en que en esta campaña
de renta el alquiler y la vivienda han sido "el tema estrella" y el
número de consultas se ha disparado, sobre todo ante el incremento de
los alquileres turísticos y el tratamiento fiscal que deben recibir. "Hay
muchas cuestiones que resolver aunque lo primero es advertir a los
contribuyentes de que la Agencia Tributaria prevé mandar más de 700.000
avisos sobre pisos alquilados", ha incidido.