EFE | Un
informe solicitado por la defensa de David Serrano, el dueño de la
finca donde murió el niño de 2 años Julen al caer en un pozo de Totalán
(Málaga), determina que el pequeño presenta lesiones producidas por los
equipos de rescate aunque precisa que fueron posteriores a su muerte.
El estudio preliminar, realizado por el doctor y médico especialista en
Medicina Legal y Forense Aitor Curiel coincide parcialmente con el
informe emitido por el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga al
atribuir el fallecimiento a un traumatismo craneoencefálico y
raquimedular. Curiel precisa que la luxación occipito-atloidea se
produjo durante la caída por los mecanismos de tracción, flexión y
extensión y que ésta fue la causa de una muerte casi inmediata del niño,
según el estudio, al que ha tenido acceso Efe.
La
ausencia de material extraño en vías aéreas orienta a una muerte "casi
inmediata", aunque el doctor cree que "la mayor parte de las múltiples
heridas que mostraba el menor en su cabeza son posmortem y se pudieron
producir durante los intentos de rescate". El
estudio es un "breve análisis preliminar del caso" ya que la defensa de
David Serrano solicitó el pasado mayo al Juzgado de Instrucción número 9
de Málaga toda la documentación con la que trabajaron los cuatro
forenses que realizaron la autopsia al pequeño.
Esta
petición la realizó el letrado defensor debido a que los patólogos
necesitan para el informe definitivo las fotografías en formato digital,
las radiografías que se le hicieron al pequeño Julen y el TAC, aunque
todavía no lo han recibido. En el informe preliminar
de parte se señala que "no cree que la luxación cervical se produjera
al llegar al fondo por transmisión de energía, sino durante la caída por
traumatismos fronto-occipitales, fuerzas de flexo-extensión y
tracción".
Curiel no tiene ninguna duda de que el
niño falleció pocos segundos después de la caída, "no existe ningún dato
de supervivencia más allá de unos segundos y que algún familiar pudiera
llegar a oír incluso un lloro del niño durante la caída o nada más
llegar al fondo". Pero para este facultativo la
mayor parte de las "múltiples heridas" que mostraba el menor en su
cabeza son después de su muerte y se pudieron producir durante los
intentos de rescate.
"Las fracturas craneales
posmorten y sin colecciones hemáticas encefálicas si pudieron producirse
en las maniobras de rescate, pero parece que claramente posmortem".
El doctor también se refiere en su informe al tapón de tierra que había
encima del menor y considera que durante la caída y, sobre todo,
posteriormente en los intentos de rescate "parece que pudo formarse el
tapón de tierra y piedras por desprendimiento de trozos de tierra y
pequeñas piedras de la pared del pozo hasta producir el tapón superior"
La Fiscalía malagueña solicitó la semana pasada tres años de prisión
para el dueño del terreno de Totalán, David Serrano, así como que
indemnice a los padres del menor por la muerte de su hijo y a la Junta
de Andalucía por el valor de los daños y perjuicios causados que se
determinen en ejecución de sentencia. En el escrito
acusatorio, el ministerio público afirma que el acusado "era el único
conocedor de la presencia del pozo" y "a sabiendas de todo ello y de la
falta de protección suficiente y adecuada, no adoptó medida alguna para
evitar cualquier posible resultado lesivo, poniendo en peligro la vida
de los dos menores: su propia hija y Julen, que finalmente cayó por él".