EFE | Tras
la crisis financiera, las tasas de prevalencia de sobrepeso y obesidad
infantil se han estabilizado en la mayoría de países europeos, también
en España, aunque aquí, como en otros países, las cifras siguen siendo
preocupantes: uno de cada tres niños españoles tiene problemas de exceso
de peso.
España, con un 32,1% de los niños entre 7 y 13 años con sobrepeso y
obesidad, ocupa el quinto puesto de Europa, por detrás de Grecia,
Italia, Malta y Chipre; Portugal ocupa el sexto lugar. En el otro extremo de la lista está Polonia (12,5% de
los niños), Finlandia, Suiza, Estonia y Francia, país en el que el
sobrepeso y la obesidad en los menores de entre 7 y 13 años no supera el
15%. Estas son algunas de las conclusiones de un
estudio que publica este lunes la revista JAMA Pediatrics, en el que los
autores analizan datos de 103 trabajos de investigación, que incluyen
un total de 477 620 niños de 28 países europeos de entre 2 y 13 años.
El período analizado va desde 1999 a 2016, y los científicos dividen los datos en: antes de la crisis, durante y después.
Así, según este estudio liderado por investigadores del Centro de
Estudios Sociosanitarios de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM),
el porcentaje de niños españoles de 7 a 13 años con sobrepeso y
obesidad se situó en el período 1999-2006 en un 31,9% y pasó a un 33,9%
entre 2007-2010/11 (pico de crisis financiera), situándose en el último
período en un 32,1%.
De este último porcentaje, un
22,9% tiene sobrepeso y un 9,2% tiene obesidad; en los menores españoles
de 2 a 6 años esta tasa es de 19,7% (13% de niños con sobrepeso y 6,7%
con obesidad). El sobrepeso denota un peso corporal
mayor con relación al valor esperado según el sexo, talla y edad, es
decir, los niños tienen más grasa corporal de la que se considera
saludable aunque dentro de los límites para la edad y peso, mientras que
la obesidad se considera un estado patológico.
En
general, los resultados del trabajo muestran que durante la crisis
financiera las tasas de prevalencia de sobrepeso y obesidad fueron más
altas, especialmente en algunos países del sur de Europa, como Grecia,
España, Malta, Italia o Portugal, donde el efecto de esta crisis fue más
grave. Sin embargo, durante el período posterior a
la crisis, estas cifras se estabilizaron, cayendo por debajo de las
tases de prevalencia anteriores a la crisis en algunos países europeos.
Miriam Garrido Miguel, investigadora en la universidad manchega y
autora principal de este estudio, explica a Efe que durante las crisis
financieras se ha demostrado que los niños se alimentan peor -las
familias tienden a comprar menos productos frescos y más
ultraprocesados- y realizan menos actividades extraescolares y
ejercicio, lo que provoca un aumento de peso en los menores.
En este sentido, recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda 60 minutos de ejercicio diario moderado/vigoroso.
Este trabajo, destaca Garrido, pone de manifiesto las diferencias entre
el norte y sur de Europa, zona esta última donde las cifras de
sobrepeso y obesidad infantil son mucho más elevadas que en el norte:
por ejemplo, el 14,4% de sobrepeso y obesidad entre los niños de Suiza
frente al 36,8% en Grecia o el 35,2% en Italia.
También se constata que en aquellos países como mayor PIB hay menos
sobrepeso u obesidad, con lo que se corrobora que existen numerosos
factores económicos y de estilo de vida que están detrás de estas
cifras, además de los factores genéticos. Los autores
concluyen que en general la epidemia de obesidad infantil parece que se
está estabilizando en Europa, pero las medidas de promoción de la
actividad física o de la dieta mediterránea no pueden relajarse porque,
como indica Garrido, las cifras siguen siendo alarmantes.
La obesidad en la infancia no solo produce consecuencias inmediatas,
sino importantes problemas de salud a largo plazo, como mayor riesgo de
obesidad en edad adulta, diabetes de tipo 2 o enfermedades
cardiovasculares. También se ha relacionado con el
bajo rendimiento académico, estigmatización social, acoso escolar,
déficit de autoestima, depresión y, en general, con el deterioro de la
calidad de vida de los niños.
Además firman el
artículo Vicente Martínez Vizcaíno, Iván Cavero y Celia Álvarez (UCLM);
Fernando Rodríguez, Universidad Autónoma de Madrid; Luis Moreno,
Universidad de Zaragoza; Jonatan Ruiz, Universidad de Granada; y
Wolfgang Ahrens (Instituto Leibniz para la Investigación de Prevención y
Epidemiología).