Europa puede presumir de tener una industria minera con tecnología
puntera y de ser autosuficiente en la producción de algunos minerales
industriales, pero sus recursos son insuficientes en otros casos, lo que
se traduce en una fuerte dependencia de proveedores extracomunitarios
como China.
La Unión Europea (UE) es líder mundial en la producción de dos
minerales industriales, la perlita y la caolinita (ambos empleadas en la
construcción), y de un combustible fósil, el lignito, un tipo de carbón
altamente contaminante. La UE también cuenta con valiosos
depósitos de algunos metales comunes, como el cobre, el zinc o el plomo,
y de metales preciosos, principalmente la plata.
Sin
embargo, aunque el continente europeo dispone de una industria cada vez
más automatizada y fabrica y distribuye alrededor de un cuarto de los
equipos de minería, solo produce alrededor del 40 % de los materiales
que necesita, explica a Efe el presidente de la asociación minera
europea Euromines, Mark Rachovides.
Principales países y minerales
En
2017, solo Grecia produjo el 40,92 % de la perlita mundial y Alemania y
la República Checa, el 21,78 % del caolín, según datos del informe
"World Mining Data 2019", elaborado por el Ministerio de Asuntos
Exteriores austríaco. Austria lidera la extracción de lignito a nivel global con el 20,66% de la producción mundial.
En
Alemania también se encuentran los principales yacimientos de
feldespato (en 2017, produjo el 15,16 % del total mundial), potasa (6,78
%), sal (5,47 %) y cadmio (2,77 %). Finlandia fue el país
más pujante en la producción de cromo (acaparó el 2,85 % del total
mundial), cobalto (1,7 %), níquel (1,6 %), azufre (1,27 %), platino
(0,78 %) y oro (0,27 %) en 2017. Su vecina escandinava, Suecia, lideró ese año la producción de zinc, con el 2 % del total mundial, y plomo (1,41 %).
Polonia
también tiene un peso destacado en la industria minera europea, con una
importante cuota en la producción de plata, cobre y carbón térmico. Fuera
de la UE, Ucrania fue el principal productor de titanio en Europa
(acaparó el 6,13 % del total mundial), de hierro (2,43 %) y de grafito
(1,38 %).
Dependencia del exterior
Las
principales importaciones de la UE proceden de Canadá, Australia, el
área de Mercosur (especialmente Brasil), Corea del Sur y Japón, según el
presidente de Euromines, una asociación que representa a 17
federaciones mineras nacionales y a 27 empresas en el continente.
El
continente africano, a pesar de ser una zona muy rica geológicamente,
no suministra más del 10 % de los minerales que la UE compra a países
extranjeros.
La industria minera europea ha puesto ahora el
foco en los yacimientos de cobalto de Finlandia y Suecia con el fin de
reducir la dependencia exterior de países como la República Democrática
del Congo (RDC), donde se encuentran las mayores reservas mundiales de
ese mineral, que a menudo se extrae con mano de obra infantil, explicó
Rachovides.
Europa, además, tiene una fuerte dependencia de
naciones como China, que satisface más del 90 % de la demanda mundial
de tierras raras (elementos imprescindibles para la fabricación de
productos tecnológicos), y Turquía, que es líder en la producción de
borato (una mineral empleado comúnmente para fabricar detergentes).
Una minería sostenible
Los
minerales con más futuro en Europa, según Rachovides, serán los "más
simples", como el acero, el cobre, el aluminio, el zinc o el níquel,
porque son los que permitirán "la revolución eléctrica" y la transición
hacia las energías renovables. El abandono del carbón se
torna crucial para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, debido a
que la combustión de este combustible fósil, especialmente el lignito,
es altamente contaminante.
Los países de la UE que se han
propuesto poner fin al carbón antes de 2030 son Finlandia, Irlanda,
Dinamarca, Holanda, Austria, Francia, Italia y Portugal. Según
Euromines, la sostenibilidad de la industria minera a corto plazo en
Europa pasa por la reutilización y el reciclaje de los recursos para
satisfacer la creciente demanda de minerales.