EFE | El
carbono emitido a la atmósfera por la pérdida del permafrost -capa del
suelo permanentemente congelada- en el Ártico, junto al incremento de la
absorción de la radiación solar por la superficie terrestre, acelerarán
el calentamiento global y aumentarán los costes a largo plazo asociados
a la crisis climática.
Esta es la principal conclusión de una investigación que publica la
revista Nature Communications liderada por científicos del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Según este trabajo, una combinación de estos factores
aumentará a largo plazo los costes económicos en cerca de 70 billones de
dólares (63 billones de euros), un 5 por ciento del coste total
estimado, informa el CSIC en una nota de prensa.
Los
investigadores exploraron simulaciones de modelos físicos complejos para
cuantificar, por un lado, el carbono que vuelve a la atmósfera como
consecuencia del derretimiento del permafrost. Y por
otro, la energía solar extra que es absorbida por la superficie
terrestre mientras se reduce el hielo marino y la cobertura de nieve, lo
que provoca océanos y tierra más oscuros.
Todos los
escenarios analizados por los científicos llevan a un aumento del coste
total de la emergencia climática, un gasto que se deriva de los
esfuerzos que se llevarán a cabo para cortar las emisiones y adaptarse a
las nuevas situaciones climáticas, entre otros factores.
Los impactos derivados del aumento de las temperaturas se reflejarán en
la economía, en los ecosistemas y en la salud humana, así como en el
aumento del nivel del mar, según los autores de este estudio.
Los científicos esperan que sus investigaciones sirvan para entender
mejor cuáles son los riesgos socioeconómicos que implica la crisis
climática en función de diferentes escenarios y ayudar a los agentes
políticos a tomar decisiones adecuadas.