EFE | El
Gobierno británico sufrió este miércoles un duro revés, después de que
la Justicia escocesa declarase "ilegal" la decisión del primer ministro,
Boris Johnson, de suspender el Parlamento en el periodo previo a la
salida del Reino Unido de la Unión Europea, el 31 de octubre.
El
Tribunal de Apelación de Escocia consideró que la acción del Ejecutivo
conservador, que aconsejó a la reina Isabel II refrendar la decisión de
clausurar las cámaras desde ayer y hasta el 14 de octubre, quebrantó la
legalidad y estuvo motivada por "el propósito inapropiado de
obstaculizar el Parlamento".