EFE | La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos española, Nadia 
Calviño, no logró hacerse ayer con la presidencia del Eurogrupo 
tras perder en la elección frente al ministro de Finanzas irlandés, 
Paschal Donohoe, quien se impuso también a su homólogo luxemburgués, 
Pierre Gramegna. 
Calviño y Donohoe llegaron a una segunda ronda de votación 
telemática, después de que en la primera ninguno de los tres candidatos 
consiguiese la mayoría necesaria - el apoyo de 10 de los 19 países del 
euro- y Gramegna decidiese bajarse de la competición. El político
 democristiano irlandés resultó elegido en esta segunda vuelta y 
sustituirá al portugués Mário Centeno al frente del foro de ministros de
 Economía y Finanzas de los países de la eurozona a partir del 13 de 
julio y hasta diciembre de 2022. 
"Estoy profundamente honrado de 
haber sido elegido nuevo presidente del Eurogrupo. Estoy deseando 
trabajar con todos mis compañeros en los próximos años para asegurar una
 recuperación justa e inclusiva para todos mientras enfrentamos con 
determinación los desafíos que tenemos por delante", dijo el 
democristiano Dohonoe en la red social Twitter tras ser elegido. Entre
 sus tareas más inmediatas estará dirigir los debates sobre la 
recuperación europea tras la recesión sin precedentes generada por la 
pandemia de la covid-19 y sobre la revisión de las normas comunitarias 
de control del déficit y la deuda públicos, mientras que entre las 
asignaturas pendientes destaca completar la unión bancaria. 
El 
ministro irlandés, que acaba de renovar en el cargo con la formación de 
Gobierno en su país, se ha presentado a sus socios como "constructor de 
puentes", haciendo valer tanto la posición moderada de Irlanda en la 
mayoría de negociaciones y su condición de país rescatado, como su larga
 trayectoria ministerial. Donohoe partía con el apoyo de su 
familia política, el Partido Popular Europeo (PPE), que gobierna en la 
mayoría de países de la eurozona, y se daba por hecho que la elección 
sería una ajustada carrera entre él y Calviño. 
La vicepresidenta 
de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España contaba con el 
apoyo explícito de las grandes economías, Alemania, Francia e Italia, 
así como de Portugal y Grecia. Calviño había destacado en su 
candidatura su dilatada experiencia europea, tras doce años como alta 
funcionaria de la Comisión Europea, e insistido en que trabajaría por la
 unidad en el seno de un Eurogrupo donde ha defendido, en sus dos años 
como ministra, una posición afín a los países meridionales y a favor de 
una mayor integración económica. 
Sin embargo, en una votación 
secreta, en la que cada país tiene un voto, el apoyo de los grandes no 
ha servido para garantizar la victoria. Aunque los votos recibidos por 
cada uno no se dan a conocer ni siquiera a los candidatos, que Calviño 
haya caído tras la retirada de Gramegna indicaría que los apoyos al 
luxemburgués se han trasvasado a Donohoe en la segunda ronda. Irlanda
 y Luxemburgo tienen en común una política tributaria muy beneficiosa 
para las multinacionales y su rechazo a las iniciativas que supongan una
 armonización fiscal a nivel comunitario, como la postergada tasa 
digital europea, además de ser países pequeños. 
Tras la elección,
 que se celebró de forma telemática debido a la pandemia, Calviño 
felicitó a Donohoe por la victoria. "Estoy deseando trabajar juntos para
 garantizar una recuperación robusta que no deje a nadie atrás", 
escribió en Twitter, donde también agradeció el apoyo recibido, en 
particular del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. "Te
 deseo todo el éxito y espero seguir trabajando contigo en tu nuevo 
papel", dijo por el mismo medio Gramegna, quien se presentaba por 
segunda vez al cargo tras intentarlo en 2017. 
Es también la 
segunda vez que a España se le escapa la jefatura del Eurogrupo, después
 de que en 2015 el exministro de Economía del PP Luis de Guindos le 
disputase el puesto sin éxito al socialista holandés Jeroen 
Dijsselbloem. Pierde con ello además una oportunidad para seguir 
recuperando el peso en las instituciones comunitarias, tras haber 
logrado la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) para De 
Guindos en 2018 y el cargo de alto representante de la Política Exterior
 comunitaria para el ex ministro socialista Josep Borrell. 
Y ello
 en un momento en el que España batalla por mantener la ambición y 
reducir al mínimo las condiciones del fondo de recuperación de 750.000 
millones de euros planteado por la Comisión Europea, cuyas negociaciones
 entrarán la semana que viene en su fase decisiva. Donohoe será 
el cuarto presidente del Eurogrupo tras el luxemburgués Jean-Claude 
Juncker (2005-2013), el holandés Jeroen Dijsselbloem (2013-2018) y el 
portugués Mário Centeno (2018-2020). EFE