A CORUÑA | El
Ingreso Mínimo Vital (IMV), que se conforma como un derecho subjetivo
para quien se encuentre en una situación de vulnerabilidad económica, se
está convirtiendo más bien en una odisea para algunas familias. Desde
los proyectos Andaina, Acouguiño y Abrente, en los que los
Religiosos Terciarios Capuchinos (Amigonianos) acompañamos, en
colaboración con Cáritas Interparroquial de A Coruña, a más de 120 familias en severa exclusión social en A Coruña y municipios cercanos, queremos dar a conocer la realidad que diariamente nos encontramos.
En estos días, desde el 15 de junio, estamos viviendo en primera persona la complejidad del trámite administrativo para
aquellas familias que se encuentran en una situación de mayor
vulnerabilidad. Muchas de ellas no saben leer ni escribir y, ni mucho
menos, tienen las habilidades para hacer una solicitud de prestación de
forma telemática, por lo que sus expectativas y esperanzas se dan de
bruces con la imposibilidad de acceder a una ayuda que parece haber
destinado más esfuerzo en su publicidad que en su concreción.
Desde
nuestros proyectos, esperábamos que a todas las familias que cobrasen la
prestación por hijo a cargo -la mayoría de las familias a las que
atendemos la perciben- se les hubiese gestionado de oficio el IMV, tal y
como se anunció en todos los medios, pero, lamentablemente, esto no ha
ocurrido en muchos casos.
Sin embargo, nuestra mayor preocupación es que, por regla general, en las instalaciones de la Seguridad Social no tramitan de forma presencial el Ingreso Mínimo Vital,
derivándoles a su tramitación telemática, algo que hemos podido
comprobar al acompañar a las familias a las que atendemos cuando han ido
a solicitarlo. A esto habría que añadir la saturación del teléfono de
la Seguridad Social y que el calendario de citas presenciales ya está
completo (la página web no permite reservar en las oficinas de A
Coruña).
Además de la lentitud en su tramitación, pues de
aquellos IMV solicitados a través de la página web durante la primera
semana, la del 15 de junio, aún no hemos obtenido respuesta. Por todo ello, es imprescindible, y así lo solicitamos, que se facilite, de forma urgente, una gestión acorde a la finalidad del Real-Decreto del Ingreso Mínimo Vital, que permita acceder a él, de forma sencilla, a las familias vulnerables que cumplen los requisitos señalados. Departamento de comunicación