EFE | Un
año después de la abdicación del rey Juan Carlos en junio de 2014, el
Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dejó de preguntar a los
españoles qué opinión les merecía la Monarquía, una institución que se
ha visto envuelta en diversos escándalos en la última década. Se desconoce, por tanto, por encuestas oficiales, cómo de presentes
están en el imaginario español y cómo han afectado a la imagen de la
corona polémicas como la condena de Iñaki Urdangarín por el ‘caso Noós’,
la cacería del monarca en Botsuana en plena crisis económica o sus
presuntos negocios ocultos.
Algunos expertos achacan la retirada de las preguntas con que
los españoles apenas señalan a la Monarquía como uno de los principales
problemas que afectan al país, rozando niveles de preocupación muy bajos
que no llegan ni al 1 por ciento.
Crece la opción republicana
En cuanto a los datos disponibles más recientes, Electomanía
señala que el 55,3 por ciento de los españoles están a favor de convocar
un referéndum y, en tal caso, un 53 por ciento se decantaría por la
opción republicana, mientras que un 45 por ciento optaría por la
monárquica.
Su director, Miguel Díaz, destaca el cambio de posición de los
votantes de Ciudadanos, que hasta ahora eran contrarios a preguntar
sobre el modelo de Estado y, en el último panel, una mayoría de su
electorado se mostró a favor de que se plantee, "lo cual no implica que
sean republicanos: simplemente quieren que se sondee", aclara.
Unas cifras similares maneja la empresa Sináptica, cuyo estudio
afirma que en España hay una mayoría que se declara abiertamente
republicana, un 52 por ciento de los encuestados, frente a un 35 por
ciento que prefiere la Monarquía.
Respecto al referéndum, eleva cinco puntos, hasta el 58 por
ciento, el número de personas que aprueban celebrarlo, una cifra “nada
desdeñable” para el director de Sináptica, Victor Rey, quien destaca
también que incluso entre los que se consideran monárquicos comparten la
idea de plantearlo.
Preguntados sobre la figura de la inviolabilidad de la que
disfruta el rey, un 79 por ciento de los encuestados se declara a favor
de que actúe la Justicia en caso de hallarse indicios de delito en las
presuntas relaciones del rey Juan Carlos en el contrato del AVE a la
Meca.
Más allá del manido debate a favor o en contra de la Monarquía,
lo cierto es que los estudios apuntan a que España hay más republicanos
que en otros países que comparten el mismo sistema político, como Reino
Unido o Japón.
El profesor titular de Ciencias Políticas de la Universidad de
Murcia Antonio Garrido sugiere que esto se debe a que la Monarquía en
España ha sido “discontinua” y es considerada por muchos sectores de la
izquierda una institución heredada del franquismo, lo que puede crear
“problemas de legitimidad”.
En su opinión, el declive de la imagen pública de la Monarquía española comenzó a principios de los 2000.
Aunque la propia crisis de la institución ha “agudizado la
caída” de la valoración ciudadana, Garrido achaca este descenso a que
los más jóvenes son “más escépticos”, en parte porque no vivieron la
Transición y, por ende, no reconocen a Juan Carlos el papel que jugó con
la llegada de la democracia.
En esta misma línea, Barbeito ve "lógico" que los más jóvenes se
sientan más distanciados y menos agradecidos hacia la institución.
"Es normal que si hay un malestar respecto a la situación
económica y social, eso se exprese en términos políticos", añade.
No obstante, el director de Sináptica apunta que la edad ya es
una "cuestión transversal", puesto que entre los mayores de 50 años
prima una mayoría republicana, un 58 por ciento.
La imagen de Felipe VI tras la pandemia
Por su parte, la valoración de Felipe VI, que se desmarcó de las
presuntas actividades ilícitas de su padre al renunciar a su herencia y
retirarle su asignación, también se ha visto mermada.
De acuerdo con Electomanía, los encuestados puntuaron al rey en
julio de 2019 con un 6,1 y en pleno confinamiento y tras marcar
distancia oficialmente con Juan Carlos, Felipe VI logró conservar el
aprobado, con un 5,4.
A día de hoy y según este panel de encuestas, el monarca está a
menos de veinte décimas de llegar al suspenso, en 5,18 puntos. Es decir,
se observa una tendencia descendente.
Por el momento “el balance no es negativo”, en palabras de Díaz,
porque se mantiene en el aprobado, algo de lo que no pueden presumir
los dirigentes políticos que, valorados por el CIS, están suspensos
desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hasta el líder de la
oposición, Pablo Casado.
También sugiere que, a partir de ahora, la valoración del rey
dependerá de la decisión que tome Casa Real para desmarcarse de los
supuestos negocios relacionados con su padre.
"Una supuesta crisis provocada por presuntos actos irregulares
del rey emérito afectaría a la institución monárquica si esta no
reaccionara como espera la ciudadanía y el Estado de Derecho exige",
opina el director de la consultora NC Report, José Ramón Lorente.
No obstante, a la hora de entrar en el debate sobre la Jefatura
del Estado, tal y como distingue Barbeito, deben coincidir cuatro
vertientes: el principio democrático, que la monarquía "quiebra" porque
es un "anacronismo"; la opinión pública, la electoral y la relación de
fuerzas.
"Desde el punto de vista institucional no cabe duda de que España sigue
siendo monárquica, desde el punto de vista electoral ni se sabe ni se
espera y desde el punto de vista de la opinión pública parece que
empieza a dejar de serlo, si es que algún día lo fue”, zanja.
Para otros, no solo es llamativo que el instituto público no
consulte a la población sobre la cabeza del Estado, sino el momento
elegido para retirar las preguntas, que coincidió con una batería de
malos resultados en sucesivos barómetros.
El rey emérito, que en sus mejores años logró un 7,5 de
popularidad, perdió un notable prestigio el último lustro que el CIS
consultó sobre la Familia Real: entre 2010 y 2015, la Monarquía obtuvo
un 4,39 de media y llegó a alcanzar un 3,68 en su peor año.
Desde entonces, son pocas las empresas demoscópicas que han
pedido a los españoles que valoren a la Corona, aunque los datos
disponibles parecen indicar que sí hay un “deterioro creciente y acusado
del apoyo a la Monarquía en general y a la española, en particular”,
cuenta a EFE el sociólogo y politólogo Roberto Barbeito.
Unos sondeos que, según advierte, no son diseños muestrales tan
solventes como los que realiza el CIS, por lo que Barbeito se muestra
favorable a que este retome las preguntas acerca de la institución
monárquica porque el centro dirigido por José Félix Tezanos “se debe al
bien común” y debe indagar sobre cuestiones que puedan afectar al
bienestar general y el progreso democrático.
A su juicio, que una encuesta pregunte o deje de hacerlo sobre
cierta institución condiciona “en gran medida” a la opinión pública
porque la gente “habla sobre lo que las encuestas tratan y los medios
publican”.