EFE | En enero de 2015, 17 personas murieron en tres atentados contra el
semanario satírico "Charlie Hebdo", una policía municipal y el
supermercado judío Hyper Cacher de París. Cinco años después, la
Justicia abrió hoy el juicio contra sus supuestos cómplices, ya que sus
tres autores fueron abatidos.
Fueron tres días que aterrorizaron Francia y el inicio de una
ola yihadista que se ha cobrado en el país más de 250 víctimas mortales
desde entonces, de ellas 130 en la masacre de noviembre de ese año en la
sala de conciertos Bataclan y varios bares de la capital francesa.
El proceso en el Tribunal Penal de París finalizará el 10 de
noviembre y sus cifras están a la altura de la expectación despertada:
49 días de audiencias, con 94 abogados, 144 testigos, 90 medios
acreditados, 27 de los cuales extranjeros y 200 partes constituidas como
acusación particular.
Catorce acusados
En el banquillo se sentaron once personas. De ellas, diez están
en detención provisional y otra en libertad bajo control judicial. Los
otros tres acusados se encuentran bajo orden de busca y captura desde
marzo de 2018.
Con mascarilla, como parte de las medidas sanitarias impuestas
por la pandemia, esos once confirmaron sus datos de identidad al
presidente de la sala en el marco de una jornada rodeada de fuertes
medidas de seguridad, con la circulación restringida en torno a la corte
y amplio dispositivo policial.
Se les acusa de participación en una organización terrorista
criminal y de distinto grado de complicidad, ya sea en el suministro de
apoyo logístico, financiero o material, como armas o vehículos. Las
penas a las que se enfrentan van desde los 10 y 20 años de cárcel hasta
la cadena perpetua.
"Rechazo que se califique a los que están aquí de 'segundos
nivel'. Es gente que permitió a los asesinos cometer sus atentados",
apuntó la abogada Samia Maktouf, representante del francés de origen
maliense Lassana Bathily, que escondió a rehenes en la cámara
frigorífica del súper antes de lograr huir e informar a la policía.
El primer ataque, el de Charlie Hebdo, fue perpetrado por los
hermanos Saïd y Chérif Kouachi el 7 de enero y mató a 12 personas. Un
día después, coordinado con ellos, Amedy Coulibaly asesinó a una policía
y al día siguiente retuvo a una decena de personas en el supermercado
judío y asesinó a cuatro.
"Hace años que las partes civiles se plantean preguntas. ¿Por
qué? ¿Cómo fue posible? Las condenas son importantes, pero tienen más
bien un valor simbólico. Lo importante son las respuestas y la
investigación", dijo hoy a la prensa Philippe Assor, letrado de la
pareja del economista de "Charlie Hebdo" Bernard Maris, asesinado en el
atentado.
Ataque a la libertad de expresión
"Charlie Hebdo" estaba amenazada desde que en 2006 publicó unas
caricaturas del profeta Mahoma que este miércoles volvió a difundir,
recalcando que no se "doblegará" jamás.
El abogado de esa revista, Richard Malka, afirmó hoy que ese es
el "espíritu de 'Charlie': rechazar renunciar a nuestras libertades, a
la libertad de crítica, porque si lo hacemos prepararíamos un futuro muy
oscuro para las futuras generaciones".
Un sondeo del instituto demoscópico Ifop señaló ayer que el 59 %
de los franceses cree que hicieron bien al publicar esas ilustraciones,
21 puntos porcentuales más que en 2006, y un 31 % que se equivocaron,
23 puntos menos.
En el debate sobre la libertad de expresión ha intervenido
incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, que este martes la
defendió desde Beirut, donde estaba de viaje oficial, alegando que "en
Francia hay una libertad de blasfemar vinculada con la libertad de
conciencia" y que él está para "proteger todas esas libertades".
Juicio complejo e histórico
Esta primera sesión, de introducción, dejó constancia de la complejidad de las deliberaciones y de las heridas abiertas.
"El sufrimiento de esas víctimas es irreparable y no debería
haber llegado si los servicios de inteligencia hubieran hecho bien su
trabajo. Los hermanos Kouachi y Coulibaly estaban vigilados hasta meses
antes del drama", señaló Isabelle Coutant-Peyre, abogada de uno de los
principales acusados,
Ali Riza Polat.
Este proceso es el primero sobre un ataque yihadista en Francia
desde el que en 2017 se juzgó el perpetrado en 2012 por Mohamed Merah,
que mató a 7 personas en la región de Toulouse antes de ser abatido por
las fuerzas del orden.
También es el décimo-segundo juicio que se graba en Francia en
35 años y el primero en materia de terrorismo, aunque sus imágenes no se
difunden en directo sino que quedan en manos de los Archivos Nacionales
durante 50 años. Entre los anteriores está el de diciembre de 2010 contra diez antiguos
agentes del régimen del chileno Augusto Pinochet, condenados por el
secuestro, torturas y desaparición de cuatro franceses durante la
dictadura