El Gobierno y la cúpula militar despiden en un sobrio acto al soldado muerto en Afganistán
Zapatero impuso al soldado la Cruz al Mérito Militar a título póstumo
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto con autoridades civiles y la cúpula militar en pleno, rindió este martes un homenaje de despedida al soldado Jorge Arnaldo Hernández, muerto el sábado en un ataque a las tropas españolas en Afganistán, en un funeral marcado por la sobriedad. La ceremonia se celebró en la sede de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares (Madrid) y durante la misma el presidente del Gobierno consoló a la viuda del fallecido, impuso, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo al militar muerto y entregó a su viuda la bandera, la boina paracaidista y la condecoración. Una hora duró el funeral, oficiado por el arzobispo general castrense, Francisco Pérez González, quien destacó el espíritu paracaidista, en particular, y de los militares, en general, de entrega y total disposición, incluso con "su vida, por una paz que todos deseamos". Del fallecido subrayó su carácter callado, capaz y trabajador, y agradeció a los inmigrantes como él (peruano) que llegan a España y entregan su vida por nuestro país. La ceremonia comenzó con la llegada del presidente del Gobierno, hacia las 10 horas, quien charló durante unos minutos con la viuda, Zaida Vilma Jiménez, quien siguió el funeral entre sollozos junto con dos cuñados de la víctima, uno de ellos también legionario paracaidista de la Bripac. Entre los asistentes a las honras fúnebres se encontraban el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y la cúpula militar en pleno, encabezada por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz Roldán, el presidente del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Ante la puerta del Cuartel General del Teniente Coronel Fernando Primo de Rivera, se situó el féretro con los restos mortales del soldado, cubierto con una bandera española y con cuatro candelabros. Hasta allí y al son de la marcha fúnebre, ocho compañeros legionarios paracaidistas llevaron el féretro a hombros y lo depositaron en su túmulo. Una compañía de honores de legionarios paracaidistas con bandera, banda y música se encargó de hacer los honores durante el acto, que también contó con un homenaje a los que dieron su vida por España, que se desarrolló bajo la canción "La muerte no es el final". A continuación, la compañía de honores recitó al unísono la oración paracaidista, interpretó el himno de despedida y soltó la correspondiente carga de fusilería. Tras cantarse el himno de infantería, Zapatero entregó la bandera, la boina paracaidista y la condecoración a la viuda del soldado fallecido. Éste constituyó uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, a la que asistieron también diputados del PP y del PSOE, además de los jefes de Estado Mayor del Ejército, general Carlos Villar, de la Armada, almirante Sebastián Zaragoza, y del Aire, Francisco José García de la Vega. Por expreso deseo de su familia el cadáver de Jorge Arnaldo Hernández, que llegó el lunes a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), será enterrado en su país, Perú. Está previsto que sus restos salgan este martes a bordo de un avión Boeing de las Fuerzas Aéreas, dispuesto por el Ministerio de Defensa. Los restos mortales de Jorge Arnaldo Hernández Seminario, peruano de 26 años, casado, llegaron anoche a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), junto con los cuatro heridos en un atentado premeditado contra un convoy del contingente español en Afganistán que tuvo lugar el sábado en la zona de Bakua, en la provincia de Farah, al oeste del país.