Los juzgados gallegos de menores cerraron 2005 con casi mil causas sin resolver
La provincia de Pontevedra aglutina dos tercios del total de asuntos pendientes en la comunidad
Los juzgados de menores de la comunidad gallega tenían a finales de 2005 un total de 908 causas sin resolver, según se desprende de la Memoria Judicial del Tribunal Superior de Xustiza (TSXG), presentada este jueves en A Coruña. El informe del alto tribunal señala que el número de casos registrados en las cuatro provincias mantiene la tendencia de los últimos años, siendo los juzgados de Pontevedra y A Coruña los que reciben más asuntos. Así, en los juzgados de menores pontevedreses ingresaron durante el año pasado un total de 764 casos, mientras que a los de A Coruña llegaron 407. Esto hace que, pese a la "buena capacidad resolutiva" registrada -en ambas provincias se resolvieron 634 y 482 procesos, respectivamente-, los pendientes sigan siendo numerosos. Estos ascendían a finales de 2005 en Pontevedra a 620, frente a los 544 del año anterior, mientras que en A Coruña el total de casos sin resolver fueron 232, cifra ligeramente inferior a la registrada doce meses antes. De esta forma, la provincia de Pontevedra aglutina dos tercios del total de asuntos pendientes registrados en los juzgados de menores de la comunidad, al tener 620 de los 908 totales. En las provincias de Ourense y Lugo los casos que llegan a los juzgados de menores son significativamente inferiores. En los ourensanos ingresaron durante 2005 un total de 114 asuntos, de los que fueron resueltos 107, quedando pendientes 31. Los juzgados de menores de la provincia de Lugo registran la pendencia -número de causas sin resolver- más reducida de Galicia, al mantener abiertos 25 asuntos tras haber conocido el año pasado 77 procesos y haber resuelto 71. Abordaje global A la luz de estos datos, el TSXG incide en su memoria anual en la necesidad "cada vez más acuciante" de abordar la problemática de menores "de forma global", mediante un programa de intervención de todos los implicados. El alto tribunal subraya que, en la mayoría de los casos, el Juzgado de Menores actúa "como furgón de cola", interviniendo sobre los síntomas en lugar de hacerlo sobre las causas, lo que "desgraciadamente" impide en muchos supuestos "una actuación efectiva". El Tribunal Superior lamenta que cuando el menor llega al juzgado ya ha pasado por una serie de situaciones que, de haber sido convenientemente detectadas y tratadas en su momento, "hubieran podido evitarse o reducir sus efectos perjudiciales".