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José Manuel López García
Nacional

Tres de las seis víctimas mortales del accidente de tren de Villada son gallegos

Los fallecidos son un matrimonio de Monforte y una joven de Ourense, cuyo novio permanece en estado muy grave

22-08-2006

La trágica cifra de pasajeros gallegos fallecidos en el accidente de tren en Villada aumentaba en las últimas horas al confirmarse la procedencia gallega de un matrimonio que residía en la localidad vasca de Pasajes, y que en un principio fueron identificados como guipuzcoanos. Se trata del matrimonio compuesto por María Luisa López Fernández, de 65 años de edad, y Estanislao Rodríguez Gayoso, de 69, naturales ambos de la localidad lucense de Monforte de Lemos aunque residentes en Pasajes (Guipúzcoa), y de la ourensana de 22 años Mercedes Fernández Martínez. El cadáver de la joven ha llegado ya a la parroquia de Mugares, en el municipio de Toén, donde este miércoles recibirá sepultura a las 20.00 horas. Un poco antes, a las 17.00 horas, tendrá lugar el entierro del matrimonio lucense, cuyos restos mortales descansarán en la parroquia de Seoane, en Monforte, a donde está previsto que lleguen por la mañana. El siniestro ferroviario también deja en Galicia 14 heridos, del total de 36 contabilizados, cuatro de los cuales todavía permanecen ingresados en diversos hospitales de la comunidad. El caso más preocupante es el del joven ourensano Diego Fernández Durán, de 22 años de edad, ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Universitario de Valladolid con pronóstico muy grave. El joven de 22 años, hijo del concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Ourense Eladio Fernández, viajaba con su novia, fallecida en el accidente, a San Sebastián, donde tenían previsto pasar unos días con sus compañeros de estudio. En el descarrilamiento el chico recibió un fuerte impacto en la cabeza y en el pulmón. En las últimas horas ha sido intervenido quirúrgicamente para serle eliminado un hematoma intercraneal, si bien a última hora del día su estado continuaba siendo crítico, según confirmaron fuentes sanitarias. La otra herida grave, aunque fuera de peligro, es la monfortina Ana María Sánchez Alcubierne, de 66 años, que se encuentra ingresada en el Hospital de Burgos con varias fracturas y complicaciones "relacionadas coa diabetes que sofre", según explicó a conselleira de Sanidade, María José Rubio, que visitó a los gallegos heridos en el siniestro, así como a los familiares de las víctimas. Además, permanecen hospitalizados con heridas leves el vecino de la localidad coruñesa de Ribeira E.O.G., de 54 años, que presenta una fractura vertebral, y el joven de Ourense F.G.P., de 22 años de edad, con un problema de mandíbula que requiere de cirugía. Precisamente este último fue trasladado al Hospital Clínico de Santiago para ser operado. Durante la mañana del martes recibían el alta hospitalaria otros tres gallegos heridos en el siniestro, la vecina de la localidad coruñesa de Muxía R.T.P., de 51 años de edad; y las jóvenes de Santiago E.S.V. y O.D.T., ambas de de 19 años de edad. Los restantes siete heridos ya habían salido del hospital. Así, en el listado total de heridos procedentes de la comunidad también consta el joven de Vigo S.E.F., de 32 años de edad; el vecino de Ourense I.G.R., de 61 años; las jóvenes de Vigo R.F.E. y M.L.Z., de 23 y 21 años, respectivamente; la mujer compostelana R.D.R.,de 42; el vecino de Cambre (A Coruña) A.G.M., y el de Vigo O.D.G, cuyas edades no trascendieron. Rubio aseguró que los heridos menos graves se encuentran "en xeral asustados pero con bo ánimo", mientras que sus familias están "aliviadas, dentro da gravidade, por atopar ós seus seres queridos vivos". Condolencias A lo largo de toda la jornada se multiplicaron en Galicia las muestras de dolor y condolencias por lo sucedido. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, envió un telegrama de pésame a la familia de la joven ourensana fallecida, al tiempo que expresó su preocupación por los heridos que continúan hospitalizados. Tanto los familiares de las víctimas mortales como el padre del joven herido grave precisaron ayuda psicológica en Palencia para afrontar la trágica noticia de la muerte de sus seres queridos. La conselleira de Sanidade, que les estuvo acompañando en momentos tan difíciles, destacó lo especialmente afectado que se encontraba el padre de la joven fallecida, "a súa única filla". Capilla ardiente Los restos mortales de Mercedes Fernández llegaban al centro social de la parroquia de Mugares, en el municipio ourensano de Toén, donde quedó instalada la capilla ardiente. Alrededor de un centenar de personas recibían a la joven y a su familia en el lugar, al que tuvo que desplazarse una ambulancia del 061 para atender al tío y a la abuela de la chica, con los nervios destrozados. Los padres mantenían la serenidad a base de tranquilizantes. Mientras tanto, en Monforte de Lemos la tristeza de la familia del matrimonio fallecido en el siniestro ferroviario se acompañaba de indignación, la que expresó la hermana de la mujer muerta, Olga López Fernández, que culpaba a Renfe del siniestro al asegurar que "siempre que usamos ese tren pasamos mucho miedo por el traqueteo". No obstante, la familia no puede evitar sentirse en cierto modo culpable por lo sucedido, ya que afirma que "parte de la culpa la tenemos nosotros, que pudimos insistir para que se quedasen unos días más". María Luisa y Estanislao, emigrantes gallegos en San Sebastián, regresaban a casa tras pasar unos días de vacaciones en Galicia cuando se produjo el accidente que les segó la vida.





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