Las lluvias de la última semana no incrementan las reservas de agua de los embalses de las zonas devastadas por los incendios

Sólo la presa pontevedresa de Caldas de Reis experimentó un aumento del 5,3%

Las lluvias registradas la semana pasada en la comunidad gallega no incidieron significativamente en la recuperación de las reservas de agua de los embalses de las zonas más devastadas por los incendios entre el 4 y el 15 de agosto. Sólo la presa de la localidad pontevedresa de Caldas de Reis, abastecida por el río Umia, incrementó su nivel de ocupación en un 5,3 por ciento. La situación de este embalse se invirtió con respecto a la vivida siete días, cuando se situó, junto al pontevedrés de O Pontillón de Castro, como el que más acusaba el descenso de sus reservas. Los equipos de extinción de incendios llegaron a recurrir a esta presa de uso consuntivo -destinada al consumo doméstico- para sofocar varios fuegos que amenazaron Caldas de Reis y sus alrededores durante varias jornadas consecutivas. Esta semana el embalse, que en un futuro próximo se prevé que abastezca de agua a la comarca pontevedresa de O Salnés, pasó a contar con un 31,9 por ciento de su ocupación total desde el 29,6 que registraba siete días antes. Los efectos de la grave crisis incendiaria también repercutieron en presas que, como la pontevedresa de O Pontillón de Castro, no abastecen desde hace meses a la ciudad de Pontevedra, que se provee directamente del río Lérez. Sin embargo, las lluvias no impidieron que este embalse viese reducidas sus reservas en un 1,8 por ciento con respecto a la pasada semana. Su ocupación era del 46,7 por ciento hace siete días y ayer se situaba en el 44,9 por ciento. Las restantes presas de uso consuntivo -para abastecimiento doméstico- de Galicia experimentaron los descensos ligeramente inferiores a los habituales que se venían acusando las pasadas semanas. Las dos presas que aprovisionan de agua a A Coruña y a Ferrol, la de Cecebre y Forcadas, disminuyeron en un 1,7 y un 1,4 por ciento, respectivamente. Esta semana los dos embalses se encontraban al 73 y al 77,5 por ciento de ocupación media, por el mismo orden. Del mismo modo, los embalses que surten de agua a Vigo, el de Eiras y Zamáns, vieron disminuido en un 3,2 por ciento y en un 1 por ciento su volumen de agua. Actualmente, ambas presas mantienen una ocupación media del 70,4 por ciento y del 72,4 por ciento. El único embalse que no presenta un descenso en la cantidad de agua con la que cuenta es el de Cachamuiña, que aprovisiona residualmente a la ciudad de Ourense, principalmente abastecida del bombeo directo del río Miño, como ocurre también en Lugo capital. Su ocupación media, ya muy reducida habitualmente, es tan sólo del 6 por ciento. Cuencas Galicia Costa y Norte I Todos los embalses de uso consuntivo, es decir, los que abastecen de agua para el consumo son de titularidad autonómica, a excepción de la única presa de regadíos que existe en Galicia, la de Vilasouto, que es de titularidad estatal y que, de manera complementaria, también provee de agua para el consumo a núcleos de población de la comarca lucense de Monforte de Lemos. El resto de los 34 embalses que el Gobierno central gestiona en Galicia a través de la Confederación Hidrográfica del Norte se dedican al aprovechamiento hidroeléctrico y a los usos industriales y se distribuyen entre las cuencas Galicia Costa y Norte I (que engloba presas del sur de Galicia y del norte de León). En la última medición, estos embalses se encontraban al 54,4 por y al 68,6 por ciento de su capacidad, respectivamente. Estas cifras suponen un descenso de la reserva hidráulica del 1,7 por ciento en las presas de la cuenca Galicia Costa y del 0,6 por ciento en la Norte I. En el resto del Estado, la cuenca que experimentó una mayor reducción de sus reservas a lo largo de la última semana fue la del Ebro, que aún así está en una situación muy ventajosa, con su 42,9 por ciento de ocupación, en comparación con las andaluzas del Segura y el Júcar, al 13,7 y 12,7 por ciento, respectivamente, de su capacidad total.