El Gobierno advierte a ETA de que el diálogo es incompatible con el chantaje

Abiertas diligencias por la lectura del comunicado de la banda en el que se apoya la lucha armada

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió de que "la democracia es incompatible con la violencia, como lo es el diálogo con el chantaje", e insistió en que existen razones para la esperanza de alcanzar la paz. Rubalcaba, que hizo estas referencias al proceso para la búsqueda del fin de la violencia de ETA durante su intervención en un acto de entrega de condecoraciones a funcionarios de Instituciones Penitenciarias, insistió en que la paz implica desaparición de la violencia, "de todo tipo de violencia, y del chantaje, de todo tipo de chantaje", subrayó. Estas declaraciones se producen después de que en los últimos días se hayan incrementado los actos de violencia callejera en el País Vasco y de que tres encapuchados, que dijeron hablar en nombre de ETA, leyeran el sábado en Oiartzun (Guipúzcoa) un comunicado asegurando que la lucha armada de la banda continuará hasta la autodeterminación del País Vasco. El ministro se refirió a los más de tres años sin víctimas mortales de ETA, así como a los seis meses desde la declaración del alto el fuego permanente por parte de la banda, razones por las que insistió en que existen motivos para la esperanza. Afirmó que, para convertir esta esperanza en paz, "las reglas están claras: ausencia de violencia y cumplimiento de las leyes". "Son reglas que no vamos a cambiar; reglas que vamos a defender firmemente, porque sabemos que esa firmeza nos ha permitido llegar hasta aquí", aseguró Rubalcaba durante su discurso. El titular de Interior resumió la actuación del Ejecutivo en este asunto con tres palabras: "firmeza, prudencia y trabajo". En el ámbito judicial, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha abierto diligencias por un supuesto delito de terrorismo en relación con la lectura el pasado sábado de un comunicado por parte de tres encapuchados, que dijeron hablar en nombre de ETA, en la localidad guipuzcoana de Oiartzun. Según informaron fuentes jurídicas, el magistrado ha solicitado a la Ertzaintza y a la Unidad Central de Inteligencia (UCI) de la Policía informes sobre el modo en que se desarrollaron los hechos, cuando tres personas encapuchadas y armadas subieron al escenario montado con ocasión de un homenaje a militantes de ETA fallecidos. Uno de ellos leyó un comunicado en el que, entre otras cuestiones, se afirmaba que, "hasta lograr la independencia y el socialismo de Euskal Herria, reafirmamos nuestro compromiso de seguir empuñando las armas firmemente".