Antonio Llamas / A Coruña. “La presencia de Unión
Coruñesa en estas elecciones municipales es imprescindible” comentó Carlos
Marcos, líder de esa formación y candidato a la Alcaldía de La Coruña, y
reforzó este argumento diciendo que “los grandes partidos han dado la espalda a
la ciudad cuando hasta hace poco había sido una referencia en Galicia. Ahora
mismo, por no haber, no hay ni un solo diputado en las Cortes que haya nacido
en La Coruña”.
Así comenzó la intervención
de Carlos Marcos en los “Desayunos electorales”, que organiza la Asociación de
la Prensa de La Coruña y que tienen por escenario el “NH Hotel Atlántico”. Hizo
un repaso por el “deterioro manifiesto de la ciudad”, en los ámbitos
funcionanariales, militares, financieros, portuarios (“contenedores, cero, en
lo que va de año”) y universitarios (“intentan
por todos los medios que no haya una Facultad de Medicina en La Coruña”).
“La población se limita a
pasear y envejecer –dijo, en otro momento de su intervención- y mientras tanto
hay un 45 % de jóvenes y más de un 70 % de mayores que no tienen posibilidad
alguna de encontrar trabajo”. Y ante esto, Marcos considera que “hay dos
opciones: resignarse o dar la cara”. Y Unión Coruñesa apuesta por “recuperar la
pujanza porque en este momento no hay ningún proyecto de inversión en la ciudad
que nos permita generar riqueza”.
"El futuro de La Coruña pasa por el turismo y el comercio"
”El futuro de La Coruña, según
Marcos, pasa por “el turismo y el comercio y tratar de llegar a una cifra de un
millón y medio de visitantes al año”. Consideró que los turistas de los
cruceros no tienen dónde ir cuando atracan en la ciudad y propuso un plan de
reanimación del cien por ciento de este turismo.
Habló también de la
“complicidad” del PP y PSOE a la hora de quitar la festividad de la Virgen del
Rosario, lo que representa “una humillación para los coruñeses y su Patrona.
Que vayan a Zaragoza o a Barcelona a quitar a la Pilarica o a la Virgen de
Montserrat. Por lo menos tendrán que ir con casco”. Y lo más curioso, según
Marcos, es que ninguno de los 27 concejales levantó la mano en contra de esta
medida “porque todos están aferrados a su cargo, en el que ganan más de 50.000
euros al año cuando en sus profesiones habituales pasan por poco de 20.000.
Actitudes como ésta llevan al silencio a La Coruña”.
También se quejó de la
eliminación en la práctica del “Camino Inglés” porque para dar la “Compostela”
se exigen 90 kilómetros de andadura, con lo que “no llega con ir desde La
Coruña, hay que ir a Ferrol para obtenerla. ¿Por qué 90 kilómetros y no 65?”.
Repitió sus conocidas
posiciones sobre el aeropuerto de Alvedro, que considera imprescindible para un
área que “genera la primera aportación al Producto Interior Bruto de Galicia”. Acusó a la Xunta de subvencionar vuelos
únicamente desde Lavacolla porque, “claro, tiene que justificar la millonaria
inversión que realizó en la terminal”.
Marcos se mostró optimista
sobre las encuestas. Si hace cuatro años nos daban un 0,8 por ciento y sacamos
un 4,1, ahora que nos dan un 4,6 puede permitirme soñar porque, además, cuanto
más grande es la encuesta más posibilidades nos da. Desde luego, soy muy
optimista y pienso que Unión Coruñesa va a dar la gran sorpresa en la ciudad
porque noto el cariño de la gente y eso me redobla los ánimos”.
Consideró el líder de Unión
Coruñesa que “estamos ante una gran oportunidad y quiero decirle a la gente que,
si llegamos a María Pita, no vamos a dar el voto gratis a nadie sino solamente
a los que se comprometan por escrito con inversiones para la ciudad”. Y añadió
que “Unión Coruñesa no recibió ni un duro de empresarios de la construcción ni
de ningún otro lado, solamente de las aportaciones de sus militantes, por lo
que llegaremos a María Pita con las manos libres”.
En la recta final de su
comparecencia, Carlos Marcos calificó a Negreira de “versátil, porque lo mismo
puede ser alcalde de La Coruña que jefe de Correos en Valladolid”. De Mar
Barcón dijo que simbolizaba la “decadencia” y a Carril lo calificó como “un
buen hombre”. Finalmente, de Xulio Ferreiro dijo que era “un talibán”.