La amenaza de fractura que acechaba al G7 de Taormina desde su inicio quedó hoy disipada con el consenso en temas clave como el comercio o las relacione con Rusia, aunque la división fue insalvable en torno al cambio climático por la indecisión de Washington.
El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, señaló ya en la apertura de la cumbre que los debates "no iban a ser fáciles", consciente de las divergencias planteadas en temas como el comercio, la política migratoria o la protección del medioambiente por parte de Estados Unidos. EFE