El presidente brasileño, Michel Temer, se libró hoy del juicio penal que amenazaba su mandato con la fuerza que conserva su menguada base política, que se impuso en la Cámara baja para archivar los cargos de corrupción que formuló la Fiscalía.
Por imperativos constitucionales, la Cámara de Diputados es la responsable de autorizar a la Corte Suprema la apertura de un juicio penal a un gobernante, pero el oficialismo alcanzó hoy 263 votos en el pleno de ese órgano legislativo y negó que el proceso siga adelante. EFE