EFE | “De España no esperamos nada, simplemente que no nos haga más daño del
que nos ha hecho”. Es lo que asegura el representante del Frente
Polisario para España, Abdulah Arabi, en una entrevista con EFE sobre la
escalada de tensión y violencia que, desde la semana pasada, les
enfrenta a Marruecos. Marruecos y el Frente Polisario están
enzarzados en lo que los saharauis califican de “guerra” y los
marroquíes de “escaramuzas” desde que el pasado viernes el ejército marroquí en Guerquerat interviniera en el extremo sur del Sáhara Occidental para desalojar a manifestantes saharauis.
Según Arabi, civiles saharauis se manifestaron frente a una “brecha
ilegal realizada por Marruecos" para sacar sus "recursos naturales hacia
Mauritania” en un intento por llamar la atención de la comunidad
internacional y poner fin al bloqueo de la situación del pueblo saharaui
desde hace 45 años.
El problema, considera este representante del Polisario, es que España y la comunidad internacional está sometida al "chantaje que hace Marruecos con la inmigración, la pesca, la seguridad, la droga”.
Tampoco la misión de la ONU que, desde hace 19 años intenta alcanzar una solución, tiene
posibilidad de realizar su misión porque “Marruecos los ha convertido un
mecanismo de mantener la ocupación ilegal del país y de saquear
nuestros recursos naturales”, añade.
“Nosotros hemos avisado cientos de veces de que la situación no podía
continuar y que la comunidad internacional está llamada a solucionar
esa situación, y no nos han hecho caso”, dice Arabi en su despacho de
Madrid.
“Llevamos avisando desde hace años que teníamos paciencia pero que la
paciencia se podía agotar y ha tocado ahora”, explica tras detallar que
el pueblo saharaui decidió ir espontáneamente a la “brecha” en el muro
“y al cerrarla se han tocado los intereses económicos de los países que
están implicados en el saqueo de nuestros recursos, fundamentalmente
España y Francia”.
Así, considera que España, que debería “asumir sus responsabilidades políticas y jurídicas”
y resolver la situación, ya que sostiene que “se ha autoexcluido y
posicionado del lado de Marruecos”, quien la tiene “sometida a un
chantaje y manipulación”.
“Teníamos esperanzas con el actual Gobierno, compuestos por una
coalición que se destaca por su posicionamiento al lado de la justa
causa del pueblo saharaui y así lo decían en sus congresos y
declaraciones”, reconoce decepcionado.
“Pero hasta ahora, como Gobierno, han seguido haciendo más de lo
mismo, intentando en todo momento agradar a Marruecos, intentando
sacrificar una vez más al pueblo saharaui en aras de garantizar esa
supuesta seguridad en materia de inmigración, de control del tráfico de
droga... los chantajes habituales”, dice.
Tras hablar con los representantes políticos, Arabi ha llegado a la
conclusión de que “de España no esperamos nada, simplemente con que no
nos hagan más daño del que nos han hecho, es lo menos que podemos
pedir”.
En su opinión, “hay intereses económicos en juego y la ‘real politik’
les obliga a supeditar la búsqueda de su intereses a los derechos
humanos y la legalidad internacional (…) al fin y al cabo es lo que
mueve todo este conflicto”.
Por ello, concluye señalando que “España, como potencia
administradora del territorio, debe actuar con más firmeza, más
contundencia, más valentía y afrontar unas relaciones con Marruecos que
son necesarias, pero también son marco idóneo para cumplir con la
legalidad internacional”.
“No es complicado si hay voluntad”, dice.