La pandemia de COVID-19 redujo en 2020 un 8,8 % la cantidad de horas de
trabajo en el mundo, o el equivalente a 255 millones de empleos, destacó
hoy un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
que prevé una recuperación "lenta, desigual e incierta" del mercado
laboral en 2021.
La pérdida de ingresos provenientes del trabajo el pasado año fue
similar, del 8,3 %, equivalente a 3,7 billones de dólares (3 billones de
euros) o al 4,4 por ciento del PIB mundial.
Los 255 millones de empleos "perdidos" (en muchos casos se trató en
realidad de reducción de horas de trabajo de personas aún empleadas)
suponen un impacto cuatro veces mayor que el provocado por la crisis
financiera mundial de 2009, destacó la OIT.
Cabe destacar que, pese a las altas cifras, la pérdida de horas de
trabajo considerada por la OIT para todo 2020 fue sensiblemente inferior
a la que calculó en el segundo trimestre del pasado año (400 millones
de empleos) y el tercero (casi 500 millones).
"Los indicios de recuperación que vemos son alentadores, pero muy
frágiles e inciertos, y cabe recordar que ningún país o grupo puede
recuperarse solo", señaló en la presentación del informe el director
general de la OIT, Guy Ryder.
Latinoamérica, la más golpeada
Por regiones, Latinoamérica, una de las zonas con más dependencia en la
economía informal, muy vulnerable a impactos como el causado por la
pandemia, fue la que sufrió una mayor pérdida relativa de horas de
trabajo, del 16,2 %, equivalente a 39 millones de empleos.
Las dos mayores economías de la región, Brasil y México, sufrieron pérdidas del 15 % y el 12,5 % respectivamente.
Norteamérica y Europa vieron caer un 9,2 % sus horas de trabajo (el
equivalente a 13 y 30 millones de empleos, respectivamente), y aunque
Asia-Pacífico registró un menor porcentaje (7,9 %), en términos
absolutos fue la zona donde más empleo se perdió (el equivalente a 140
millones de trabajadores).
Dentro del continente europeo, la región sur se vio particularmente
afectada, con una caída de las horas de empleo del 12,3 %, a
consecuencia de las pérdidas de países como Italia (13,5 %) y España
(13,2 %).
El análisis de la organización indica asimismo que la pandemia afectó
laboralmente más a las mujeres, cuya tasa de ocupación a nivel global se
redujo un 5 %, que a los hombres, para los que la bajada fue del 3,9 %.
También resultaron más impactados los trabajadores más jóvenes, con una
reducción de la tasa de ocupación del 8,7 %, frente al 3,7 % en el caso
de las generaciones más adultas.
Por sectores, el más afectado fue el de hostelería y restauración, en el
que la tasa de ocupación se redujo casi un 17 % en el segundo y tercer
trimestre de 2020, seguido por servicios tales como el entretenimiento y
los empleados de hogar (-9,8 %), la construcción (-5,3 %) y el comercio
minorista (-4 %).
En cambio, en esos seis meses estudiados hubo un aumento del 6,1 % en la
ocupación del sector de la información y la comunicación, y del 3,4 %
en los seguros, siempre según las estadísticas de OIT.
A la vista de los datos y de las perspectivas para este año, la
organización teme una "recuperación en forma de K" en el mercado
laboral, con determinados sectores y trabajadores dejados atrás y un
aumento de la desigualdad.
Con todo, la OIT cuenta con "una recuperación relativamente sólida" en
el segundo semestre del año, una vez que comiencen a surtir efecto los
programas de vacunación. Pese a ello, la organización prevé que 2021 se salde también con una
pérdida global de horas de trabajo, aunque menor que en 2020, y que
podría oscilar entre el 1,3 % y el 4,6 %, dependiendo del éxito de las
vacunaciones, el control de la pandemia, y el índice de confianza de
consumidores y empresas.
Para garantizar que la recuperación se consolide, la OIT recomienda un
mantenimiento de políticas macroeconómicas flexibles este año, programas
de asistencia internacional a países en desarrollo para facilitar en
ellos los programas de vacunación, y apoyo a los sectores más afectados
por la crisis.
"Una opción conduce a una recuperación dispar y no sostenible, con cada
vez mayor desigualdad e inestabilidad, mientras que la otra lleva a una
recuperación centrada en las personas, con el fin de reconstruir mejor y
promover el empleo, los ingresos y la protección social", resumió el
director general de la OIT. EFE