EFE | La
llegada de pateras a las costas españolas no sólo supone un reto para
Salvamento Marítimo, las fuerzas de seguridad o las ONG. Los abogados
reclaman también más medios para garantizar los derechos fundamentales
de los inmigrantes y preservar la confidencialidad de su asistencia.
Han resumido sus necesidades y los principales protocolos de actuación
en una guía práctica sobre "Asistencia jurídica en llegadas marítimas",
un documento editado por la Fundación Abogacía y el Consejo General de
la Abogacía que recoge desde las dificultades que encuentran ante las
llegadas masivas, al reto de detectar a posibles víctimas de trata o de
determinar una minoría de edad. La guía aplica el derecho de extranjería a los distintos supuestos
que puede encontrarse un abogado de oficio tras arribar una patera a
puerto y comienza con una recomendación clara: no firmar un acuerdo de
devolución de un inmigrante sin que él este presente, aunque la policía
ofrezca incluso la posibilidad de hacer el trámite por correo
electrónico para ahorrar desplazamientos.
A pesar de la covid-19,
se subraya la importancia de prestar una asistencia letrada presencial y
reservada, bien sea presencialmente o por videoconferencia, pero
evitando el teléfono, que no permite interactuar con el recién llegado. En
este contexto, denuncia la Abogacía el reducido número de intérpretes
que se pone a disposición de los letrados, en muchos casos no
profesionales, y aconseja que no se acepten resúmenes o interpretaciones
en un idioma o dialecto que la persona extranjera no alcanza a
comprender por completo.
La guía recoge directrices jurídicas,
pero destaca también la importancia de la empatía y de adaptar el
lenguaje a la situación de una personas que acaba de ser rescatada tras
una dura travesía por mar. El extranjero tiene que percibir que el abogado es independiente y se
encarga de su defensa, sin confundirlo con otra autoridad más.
Es
ése un punto clave también para descubrir a posibles víctimas de trata
que difícilmente van a verbalizar ante la policía o ante el propio
letrado su condición, sobre todo teniendo en cuenta la inmediatez y las
prisas que envuelven las entrevistas en las llegadas colectivas. Se
desaconseja así formular preguntas directas y se propone observar el
lenguaje corporal y reunir posibles indicios, siempre en contacto con
los equipos de las ONG que han atendido a las personas a su llegada.