En la Escuela de Arquitectura de A Coruña, los alumnos manifestamos que hay una descoordinación absoluta, una mala organización, en la escuela, que lo único que hace es recaer en nosotros los alumnos. No es una queja mas, ni por lo dura que es la carrera, ni por los lloros de unos alumnos. No se nos confunda estas reivindicaciones con querer trabajar menos, nada mas lejos de la realidad. Somos conscientes de lo dura que es esta carrera, y sus exigencias, pero poner palos en la rueda por poner, hacer trabajos maratonianos simplemente para cubrir un expediente. Se hace patente el dicho, el que sabe hacer un cesto sabe hacer cientos. El tiempo que perdemos en hacer cientos de cestos, podríamos emplearlo mejorando nuestros conocimientos y nuestra formación, pero es mucho mas cómodo tenernos entretenidos y dedicarse a otra cosa.

La falta de respeto, las broncas bochornosas entre profesores que tenemos que soportar en las horas de taller, sintiendo una inmensa vergüenza ajena, el no querer hablarse ni entenderse entre profesores, es sistemático, año tras año y bien conocido por dirección. Nunca han hecho nada para solucionar el problema. También otro problema, es la escasa y en algunos casos nula, vocación docente del profesorado. Salvo rarísimas excepciones toda su vocación pasa por poder poner en su tarjeta de visita, que son profesores de la escuela, un sueldo extra que no viene nada mal, y la total tranquilidad que hagan lo que hagan nunca pasara nada. Entonces dentro de sus posibilidades vitales, la escuela es la que ocupa el ultimo lugar. Esto resulta que cuando le haces una pregunta salgan por peteneras, en cuanto pueden se escudan en cualquier cosa, una mala contestación, una insolencia, una respuesta peyorativa o simplemente no contestarte. Por lo que hemos pasado no podemos hacer nada.

Por lo que hemos presentando, tampoco podemos hacer nada. Lo único que pedimos es que esto no le vuelva a suceder a nadie.

Cartas al Director