Nuevo secuestro de un empresario gallego en Venezuela

El empresario gallego Francisco Muradás Bugallo, de 72 años y natural de Forcarei (Pontevedra), fue secuestrado el pasado sábado en Venezuela, cuando se encontraba en su hacienda acompañado por su mujer. El secuestro fue perpetrado por ocho hombres armados y vestidos de militares que se lo llevaron en un coche. El hijo del empresario ganadero y constructor, de igual nombre que su padre, relató a la Radio Galega que los secuestradores saltaron la verja y mientras dos se dirigieron a Francisco Muradás y su mujer, "los otros seis empezaban a desconectar los medios de comunicación". Tras entrar en la casa "mi padre tuvo un medio mareo" y mientras la esposa se fue a la cocina a buscar agua, se llevaron al secuestrado al exterior. Cuando llegó la mujer ya lo tenían retenido "dentro de su propio coche", que fue recuperado horas más tarde en una finca cercana. Los secuestradores anunciaron que en unos tres días se podrían en contacto con la familia por el rescate, ya que dijeron a la mujer del empresario gallego que "lo que les interesaba era el dinero". Este secuestro viene a sumarse al de otro empresario gallego en el mismo país, Alberto Cid Souto, ourensano de 76 años, que lleva 11 días secuestrado. Aunque ya fueron detenidas 23 personas en relación con este delito, aún no hay pruebas sobre los culpables. Apoyo de la Xunta La Secretaría xeral de Emigración contactó con la familia del empresario gallego Francisco Muradás, secuestrado el pasado sábado en Venezuela, para para ponerse a su disposición y ofrecerle, en nombre del presidente de la Xunta, todo el apoyo y ayuda del Gobierno gallego en estos momentos de inquietud y preocupación. Además, la Presidencia de la Xunta contactó con la Embajada española en Venezuela para solicitar que lleve a cabo todas las gestiones a su alcance y de forma coordinada con el Gobierno del país sudamericano, para agiliar la resolución de este caso. El Gobierno gallego pidió a la embajada que le mantenga al tanto de cualquier novedad que se produzca en torno a esta desaparición y la del otro empresario gallego, Alberto Cid Souto, secuestrado la semana pasada.