EFE | El
exitoso primer vuelo del ligero helicóptero Ingenuity en Marte abre
nuevas rutas para la exploración espacial en otros mundos, y con el
convencimiento más arraigado de que el cielo, al menos el del planeta
rojo, ya no es el límite, como lo señaló hoy el jefe de la NASA,
Steve Jurczyk.
"No sabemos exactamente a dónde nos llevará el Ingenuity, pero los
resultados de hoy indican que el cielo, al menos en Marte, puede no ser
el límite", manifestó Jurczyk, administrador interino de la agencia
aeroespacial estadounidense tras los vítores de rigor en la sala de
control del JPL, el laboratorio de propulsión a chorro de la NASA en
California. Hoy, por casi 40 segundos, el pequeño artefacto de menos de dos kilos de peso se alzó desde la superficie marciana hasta unos 3 metros de altitud,
para luego descender sin incidentes en el suelo. Culminaba así el hito
histórico de efectuar el primer vuelo controlado y con motor de una
aeronave en otro planeta tras seis años de trabajo, un momento que la
NASA equipara con la hazaña de los hermanos Wright, quienes en 1903 realizaron el primer vuelo a motor. Por ello, el que es el primer aeródromo extraterrestre ha sido bautizado como el Wright Brothers Field.
Debajo de sus rotores el helicóptero lleva además un pequeño trozo de tela de las alas del avión de los hermanos estadounidenses, "en reconocimiento al ingenio y la innovación que continúan impulsando la exploración", como explicó hoy el administrador para Ciencia de la NASA Thomas Zurbuchen.Una
vez en el aire, el Ingenuity tuvo tiempo para tomar una foto en blanco y
negro de su propia sombra sobre Marte, un registro visual del primero de los por lo menos cinco vuelos que tiene previsto efectuar sobre el aire marciano, el próximo de ellos programado para este jueves.
"Lo que ha hecho el equipo del Ingenuity ha sido darnos la tercera dimensión,
nos ha liberado de la superficie para siempre de cara a la
exploración", destacó en rueda de prensa posterior al vuelo el director
de JPL NASA, Michael Watkins. El ejecutivo agregó que tras el
hito de este lunes, la NASA podrá hacer una combinación de la
investigación y reconocimiento en superficies e "incluso experimentación científica en sitios inaccesibles para un rover".
Una empresa que en el caso del vuelo de esta mañana no es fácil. Aunque
la gravedad del planeta rojo es aproximadamente un tercio de la
nuestra, la presión de la atmósfera en la superficie solo es el 1% de la
terrestre, por lo que sus palas tuvieron que rotar mucho más rápido, a 2.537 revoluciones por minuto.
El
Ingenuity, de 49 centímetros de alto, no contiene instrumentos
científicos dentro de su fuselaje en forma de cubo, dado que su cometido
es en realidad una prueba para futuras misiones en Marte que puedan incluir perspectivas aéreas de zonas de difícil acceso.
Por ello, carga más bien sensores, cámaras y baterías. Al momento de
realizar el vuelo, que fue autónomo y por lo mismo no fue observable
desde la Tierra en tiempo real, se hallaba a 64 metros del rover
Perseverance, que registró el momento con una de sus cámaras y ejerció de enlace entre el helicóptero y la Tierra.
"Es un día inolvidable",
dijo en la sala de prensa, visiblemente emocionada, Mimi Aung, gerente
del proyecto para Ingenuity en el JPL, tras mostrar un vídeo del vuelo
completo de hoy y que fue registrado por una de las cámaras del
Perseverance, el rover en el que el helicóptero viajó hasta el planeta
rojo el pasado 18 de febrero. Ese vídeo ha sido parte de los datos que
el equipo del Ingenuity en JPL, en California, empezó a recibir hoy, entre ellos la confirmación del vuelo sobre las 3.46 de la madrugada, hora local del Pacífico (las 12.46 horas en España).
El
hito logrado por el pequeño helicóptero, que ese 18 de febrero llegó en
la barriga del Perseverance al cráter Jezero, supone "el último de una
larga e histórica tradición de proyectos de la NASA que logran un objetivo de exploración espacial que antes se creía imposible",
como resaltó hoy Jurczyk. El ejecutivo puso de relieve el esfuerzo
conjunto desplegado por diferentes departamentos de la agencia espacial,
en lo que ha sido una "integración única" para el éxito de la misión de hoy.
Desde que abandonó su cobijo en
el Perseverance y fue puesto en la superficie del cráter el pasado 3 de
abril, la misión del helicóptero durará en principio 30 soles (días
marcianos), de los que lleva ya 16. Según se informó en
la rueda de prensa posterior, en las próximas horas el equipo del
Ingenuity continuará recibiendo información, así como fotografías y
vídeos, parte de los cuales fueron mostrados a la prensa hoy, tras lo cual determinarán si el jueves la aeronave podrá hacer su segundo vuelo.
Justin
Maki, científico del equipo del Perseverance, señaló esta tarde que en
los próximos vuelos que haga el helicóptero se intentará ir "más alto, más lejos y más rápido",
y que en alguno de ellos esperan poder registrar sonidos. Los
científicos de la NASA no tienen planeado por el momento el envío de
otro helicóptero al planeta rojo o a alguna otra región del Sistema Solar, meta que el Ingenuity hoy ha hecho más alcanzable.