La Xunta insiste en que se necesitarán cinco meses para las obras de mejora de la Vía do Salnés

Política Territorial gastará 8 millones de euros para acometer 30 obras en pasos subterráneos

La Consellería de Política Territorial anunció que invertirá ocho millones de euros en las obras de sustitución de 30 pasos subterráneos de la Vía Rápida do Salnés, cuyo avanzado estado de deterioro por corrosión conlleva "graves riscos de desprendemento", según expuso en Santiago el secretario xeral de este departamento, Luis Vázquez. El departamento de María José Caride reemplazará los citados materiales en mal estado por otros nuevos componentes, lo que implicará la instalación de 2.216 metros lineales de tubos en esta carretera. La complejidad el proyecto llevó a Vázquez a advertir de que es propio de una "política bananera o de absoluta frivolidade" asegurar que la obra se puede acometer en 15 días. Las "importantes deficiencias" detectadas en esta vía obligarán al cierre de dos de sus tramos, el que enlaza las localidades pontevedresas de Ribadumia y Sanxenxo, así como el que une los concellos de Barro y Ribadumia. El primero de los trayectos ya se encuentra cortado mientras que el segundo se inhabilitará una vez que estén reforzados los viales alternativos que soportarán el tráfico de modo temporal. El plazo de ejecución de las obras, que se acometerán en dos periodos de tiempo solapados, es de cinco meses para el tramo Ribadumia-Sanxenxo y de un máximo de seis semanas en el de Barro-Ribadumia. La sustitución de los materiales deteriorados en el segundo tramo se iniciará en la primera semana de enero, para causar "as menores molestias ao cidadán" en fechas como Navidad, y se prolongará hasta poco antes del comienzo de la Semana Santa. No obstante, el trayecto comprendido entre Ribadumia y Sanxenxo precisará de un periodo máximo de cinco meses ya que, como incidió Luis Vázquez, padece "un deterioro inadmisible para un prazo de só 13 anos". Pese a insistir en la necesidad de buscar soluciones a este "problema que herdamos", el responsable político aclaró que este tipo de infraestructuras se diseñan para resistir "decenas de anos". Ante la posibilidad de que se produzcan derrumbes y, por tanto, accidentes o riesgos para los usuarios de la Vía Rápida, desde Política Territorial se advierte a los ciudadanos que deberán asumir el cierre de esta carretera durante al menos cinco meses. Esta decisión fue confirmada en diversas reuniones celebradas entre ingenieros y técnicos de la Consellería, así como responsables de la empresa concesionaria del actual proyecto de desdoblamiento de esta vía rápida. Obras Los ingenieros y técnicos de la Xunta comenzarán a actuar en cuatro puntos de la autovía en dos turnos diarios que sumarán un total de 20 horas para así cumplir con el requerimiento expresado por la titular de esta Consellería, María José Caride, quien solicitó que las obras se inscriban en "un marco de celeridade co máximo de seguridade". En este sentido, Vázquez recordó que los operarios tendrán que cortar la vía y actuar a 20 metros de profundidad, un factor que obligará a extremar la precaución para dar las mayores garantías a la integridad de los trabajadores. Aparte de las condiciones específicas en las que se acometerán las obras, determinadas por la peculiar orografía de la comarca pontevedresa como apuntó el secretario xeral, la Consellería estima que los principales obstáculos que podrían ralentizar los trabajos en la Vía Rápida radican en los medios humanos y materiales disponibles, así como las condiciones meteorológicas. Modificaciones El secretario xeral de Política Territorial reconoció que la modificación de materiales -uso de tubos metálicos en lugar de estructuras de hormigón- registrada en el proyecto de ejecución de la autovía, finalizada en junio de 1993, se recoge en varios informes sobre la Vía Rápida do Salnés. En ellos, "consta o cambio deses tubos por axilidade das obras", como afirmó Vázquez. Además, señaló que el cambio introducido se realizó "a custe cero, xa que non variou o custe da autovía", pese a apuntar que sí se señala en los citados estudios el "aforro evidente en tempos". No obstante, Vázquez confirmó que la Consellería no se dedicará a "lanzar acusacións infundadas" o tampoco a emprender "unha caza de bruxas". Eso sí, la Consellería ha encargado una auditoría tanto a técnicos de este departamento como a externos para valorar los posibles errores que se haya cometido en el pasado. "Si se substituíron os tubos de formigón por metálicos, ímolo corrixir", reiteró. El representante de la Política Territorial negó cualquier vinculación entre el deterioro registrado en la Vía Rápida do Salnés y las obras de ejecución del proyecto de desdoblamiento. No obstante, recordó que esta obra fue encargada por el anterior equipo de Gobierno de la Xunta. Vázquez afirmó que los ciudadanos sufrirán, además de las incomodidades, "un sobrecuste bastante importante" de esta incidencia, ya que los ocho millones que empleará la Consellería para subsanar estos defectos de la vía procederán de los impuestos que paga cada gallego. El director xeral de Obras Públicas, Manuel Morato, aseguró que esta situación tendrá "incidencia" en el plazo final estimado para la vía de desdoblamiento. Sin embargo, Vázquez confía en que el proyecto pueda estar rematado en el plazo estimado, en verano de 2008. El secretario xeral destacó que Política Territorial tomará medidas necesarias para impedir que se produzca ningún retraso. Cuestionado por la presunta vinculación del actual director xeral de Obras Públicas a la ejecución de la Vía Rápida do Salnés, Vázquez exigió, con vehemencia, que el presidente de la Deputación Provincial de Pontevedra, Rafael Louzán, "pida desculpas". A su juicio, Morato es un importante ingeniero de la Consellería en la actualidad. En 1993, como aseguró, "non estaba a traballar na Xunta".