Touriño reconoce que la reforma queda "indefinidamente en suspenso"
Considera que "a escasa marxe de manobra" de Feijoo impidió un acuerdo con PSdeG y BNG
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aseguró que el proceso de reforma del Estatuto ha quedado "indefinidamente en suspenso" tras la reunión del pasado miércoles entre los tres líderes políticos, aunque reiteró que las puertas del diálogo "sempre están abertas" para retomar la propia reforma. En una entrevista concedida a la Radio Galega, Pérez Touriño apuntó como una de las claves en la paralización de la reforma "a escasa marxe de manobra" del presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, aunque considera que este factor "pode cambiar ao fío da lexislatura". Con todo, instó a los populares gallegos a que realicen "unha reflexión" tras lo acontecido en la reunión celebrada en Monte Pío, y más en concreto, que Feijoo diga públicamente "se está disposto a dar o salto" y permita que la comunidad gallega "poida facer un Estatuto pleno e de primeira", al mismo nivel que el de Cataluña y el País Vasco. De hecho, el jefe del Ejecutivo Autonómico admitió que tenía "profundas esperanzas" de que Núñez Feijoo "tivese un compromiso pleno" con Galicia, pero en la práctica el líder del PPdeG "non foi quen de asumilo". Límites En cuanto a los motivos del fracaso de la reunión, el titular de la Xunta explicó que "o límite insalvable, a muralla" se centró en la redacción del Preámbulo del Estatuto, después de que el líder popular rechazase la propuesta presentada por el Pérez Touriño y que contaba con el apoyo del BNG. Sobre esto, explicó que su propuesta -basada en incluir la referencia 'nación común de todos os galegos'- "non é unha definición xurídico-política", mientras que el PPdeG optó por "unha contrapartida" que no fue aceptada por los socios de Gobierno en la Xunta, y que incluía definiciones de Galicia como "rexión histórica" o "célula de universalidade", señaló. Touriño recordó que el PPdeG participó durante muchos años "na construcción autonómica" de Galicia al frente de la Xunta, por lo insiste en que el partido presidido por Núñez Feijoo "non pode involucionar e volver atrás". Finalmente, reconoció que Galicia "é a primeira comunidade" que necesita "un acordo singular" para emprender con éxito la reforma del Estatuto, ya que se trata de la única en la que resulta imprescindible un acuerdo entre partidos nacionalistas y el Partido Popular, a diferencia de otras comunidades como Cataluña o el País Vasco, donde el PP no formó parte del consenso. Además, incidió en que tanto en 1936 como en 1981 -cuando se plebiscitaron los anteriores estatutos de Galicia- existían en la comunidad "outras circunstancias", puesto que "non había tres grandes formacións políticas" como sucede en la actualidad.