Rusia está avanzando y modernizándose, pero le queda una considerable tarea en bastantes aspectos.
La Federación Rusa es muy grande en extensión, ya que es un territorio que es equivalente, aproximadamente, a 34 Españas. Para los turistas que la visitan no cabe duda que es un país bello, por sus catedrales, iglesias, palacios, obras de arte, monumentos, paisajes, pueblos, etcétera. La variedad de su folklore es increíble.
Rusia está abierta al turismo, si bien debe mejorar en lo relativo al tema de los taxis y respecto a ampliar el elenco de los idiomas usados en hoteles y en los transportes, así como en la información disponible en las calles y plazas, incluyendo el español. Se ve información en chino, lo que está muy bien, pero el castellano también es una lengua con mucha proyección y hablantes.
Las autoridades rusas, a mi juicio, deberían controlar más a los taxistas para que algunos no dejen de respetar la profesionalidad exigible en su relación con los usuarios. De cara al mundial de fútbol de 2018 se están realizando obras en bastantes calles de Moscú con una rapidez magnífica y también con alta calidad en el acabado de las mismas.
Un buen ejemplo para los rusos es España que manifiesta, sin duda, un trato más cálido a la gente que llega a visitarla. El español o castellano es una lengua con 500 millones de hablantes en el mundo, por tanto los rusos deberían tener en cuenta este hecho y favorecer más el aprendizaje del castellano en las personas que atienden o informan a los turistas latinoamericanos y españoles.
La cultura rusa y sus costumbres son especiales e interesantes. Se nota una cierta rigidez en las actitudes que es compatible con la amabilidad que también muestran sus gentes. Forman parte de Europa, pero no lo parece del todo. Es un país complicado, porque el alfabeto cirílico que usan complica la comunicación y la mayoría de la población habla ruso exclusivamente.
En lo concerniente al nivel socioeconómico en Rusia es evidente que no es, en general, para saltar de alegría. Un médico gana en rublos un sueldo equivalente a unos 700 euros. Si se tiene en cuenta que una hipoteca para la vivienda o un alquiler suponen unos 400 euros de promedio parece que no es fácil vivir bien, por decirlo con suavidad. A no ser que en una familia trabajen tanto hombre como mujer.
Y aunque la calefacción sea gratis para los rusos, porque la paga el Estado, esto no supone que les sobre dinero a los ciudadanos para gastar en ropa, alimentación y ocio.
La jubilación de los hombres en Rusia es a los 60 años, lo que me parece muy bien. Pero reciben una pensión en rublos equivalente a unos 300 o 400 euros. Y aunque los alimentos son algo más baratos que en España muchos jubilados siguen trabajando para completar su pensión en tareas que no requieran un esfuerzo físico considerable. Tendrían que ser más elevadas las pensiones de los rusos para evitar que se dieran estas situaciones. Es triste, por ejemplo, ver a gente mayor por las calles de ciudades o pueblos elaborando y vendiendo artesanía para poder sobrevivir.
Lo que sí está bien es que las leyes rusas establezcan que a la mujer que tiene un hijo se le guarde o reserve su puesto de trabajo durante tres años para que se dedique al cuidado de su vástago.
El nivel de paro en Moscú es muy bajo de entre un 3% y un 5% lo que supone un desempleo estructural. Prácticamente no existe paro. La gente encuentra trabajo con facilidad en la gran capital de Rusia. De todos modos, creo que la asignatura pendiente del gobierno ruso es aumentar el nivel de vida de la mayor parte de la población.
San Petersburgo es una hermosa ciudad con palacios, catedrales, museos, canales y monumentos que la convierten en un destino turístico maravilloso. Respecto a Moscú es indudable que el Kremlin y la plaza roja son los escenarios de los acontecimientos más relevantes de la historia rusa y mundial. Rusia es la patria de grandes escritores como Tolstoi, Dostoievski, Pushkin, Máximo Gorki, etcétera. El mausoleo de Lenin sigue siendo muy visitado, ya que este intelectual cambió la historia con sus ideas y era muy querido por el pueblo ruso.
José Manuel López García