Anoche tuvo lugar una emotiva gala celebrada en el Monty, conducida por Mayte González (periodista del programa “Hoy por Hoy A Coruña") y amenizada por el grupo feminista “Las Antonias". Sel celebró entre muchas risas y unas cuantas reivindicaciones, la XV entrega de los premios “Marcela y Elisa". Trini Falcés y el local “Claro Boba" y sus drags (el mítico “Sex Machine" del Orzán) fueron los galardonados en una fiesta que premia a las personas o entidades que contribuyen a normalizar y visibilizar el colectivo LGTBI. 

Estos premios tienen su origen en el colectivo Milhomes (desaparecido en 2005) que durante diez años entregaron el galardón a gente como Abel Méndez, el colegio Andaina, el periódico “La Opinión” y Diario “Metro", el Comité Anti sida de A Coruña o la compañía de teatro “A Panadaría", que son las encargadas de llevar la obra de “Marcela e Elisa" a todo el mundo. 

La Asociación ALAS de A Coruña fue la encargada en 2015 de recoger el legado. Ayer gente de todas las edades nos reunimos para celebrar y visibilizar la realidad de las personas mayores LGTBI. Trini Falcés, Coruñesa de nacimiento pero ciudadana del mundo, fue recluida en el campo de concentración para homosexuales de Badajoz durante los años del franquismo. Vivió en Barcelona donde más de una vez fue arrestada y encarcelada. En 2007 y con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica , fue reconocida como víctima de la dictadura franquista. Tras un discurso lleno de anécdotas que nos hicieron reír y emocionarnos a partes iguales, este año los premios tuvieron un segundo galardón con motivo del 50 aniversario de las revueltas de Stonewall, origen del Orgullo tal y como se concibe hoy en día. 

La Asociación ALAS quiso conceder este segundo premio al local “Claro Boba". Su gerente y sus drags, que todas las noches amenizan a sus clientes entre actuaciones y espectáculos, donde revindican los derechos, la cultura y la memoria del colectivo. 

Tal y como dijo David al recoger su premio, una vez que empiezas en el activismo y ves la importancia que tiene, no hay vuelta atrás. 

Sus drags no quisieron ser menos y entre sus palabras dejaron bien clara la figura de Marsha P. Johnson en las revueltas de Stmenwall. Negra, drag y prostituta; fue la primera en lanzar una piedra contra los policías aquella noche, desencadenando el nacimiento del primer Orgullo. 

En un país en el que cada vez se recogen más delitos de odio hacia la comunidad, el presidente de ALAS recordó la necesidad de la Asociación de un local, pues no es cómodo para una víctima de discriminación LGTBI a veces contar su historia en un café. A veces no nos damos cuenta de la importancia de estas asociaciones para visibilizar y combatir una realidad contra la que muchas personas, sobre todo trans e inter, se enfrentan cada día, en una sociedad que nos discrimina por salirnos de unas normas impuestas por un hetero patriarcado que perpetúa un comportamiento y blanquea en muchas ocasiones. 

Pero allí donde haya que estar, estaremos. Para revindicar el espíritu que nació en aquellos altercados y recordar las veces que haga falta, que nos encontrarán de frente.

Astronautico