España termina el 2020 con una buena noticia en materia de seguridad vial: la próxima aprobación del Real Decreto por el que se regulan las condiciones en las que realizan sus funciones los servicios de auxilio en vías públicas. Se trata de una normativa que servirá para salvar vidas pues, entre otras medidas, contempla la sustitución de los triángulos de emergencia por las luces V-16. Esto quiere decir que, una vez entre en vigor esta norma, que se prevé sea antes de finalizar el primer trimestre de 2021, no será necesario que, en caso de avería o incidente en carretera, el conductor abandone el habitáculo del vehículo y transite por la vía para hacerse visible.

En la actualidad, la legislación obliga a usar los triángulos de emergencia para señalizar un vehículo detenido en la calzada; un hecho que supone un grave riesgo para la circulación y que pone en peligro no solo al conductor del vehículo averiado o accidentado, sino también a los demás usuarios de la carretera.

Y es que los triángulos de emergencia no anteponen la seguridad del conductor, pues lo fuerzan a salir del vehículo y desplazarse varias decenas de metros para colocarlo en el suelo dejándolo expuesto a un posible arrollamiento; además no son eficientes, ni para todo el mundo, ya que el usarlos requiere de varios minutos para colocarlo; no son compatibles con motocicletas, debido a su gran tamaño, y no pueden ser usados por personas con movilidad reducida.

Las luces V-16 cubren todas estas deficiencias y representan una pieza clave para reducir las cifras de arrollamientos en carretera. Por un lado, se pueden colocar desde dentro del habitáculo, sin necesidad siquiera de quitarse el cinturón de seguridad; se activan de forma automática; al ser pequeñas, se adaptan a todo tipo de vehículos, incluso a las motocicletas; y, además, son aptas para personas con movilidad reducida.

Sin embargo, más allá de la comodidad o de la facilidad de uso de las luces V-16, su importancia radica en su capacidad para salvar vidas. Cada año, decenas de personas mueren en las carreteras tras sufrir una avería, un incidente o al tratar de ayudar a otros conductores que se han quedado varados. Es un hecho que el 70% de los accidentes de tráfico ocurren en el crepúsculo o durante la noche y el 90% de ellos se registran en carreteras sin suficiente iluminación, por ello es tan importante contar con este tipo de dispositivos. 

Al aprobar este reglamento de auxilio en carretera, España da un paso más en el camino por alcanzar la meta fijada por la Organización Mundial de la Salud de reducir en un 50% las cifras de fallecidos y heridos graves en carreteras durante la próxima década. Es una medida que debemos celebrar todos los españoles, pero siempre recordando que, más allá de las leyes o normas que impongan las autoridades, mejorar la seguridad vial está en manos de todos los conductores y es posible con pequeñas ac

Karen Pereira