La jubilación es un derecho reconocido y que debe suponer una retribución económica justa y suficiente para que las personas que han trabajado durante décadas puedan vivir de una manera digna. Es esencial que las pensiones suban cada año, según el IPC real y efectivo, para que no pierdan poder adquisitivo. En mi opinión, ningún jubilado o jubilada debería cobrar menos de mil euros mensuales.
La edad de jubilación no debería ser superior a los 65 años, por razones obvias. En primer lugar, porque es un periodo de descanso que es merecido y puede ser empleado en actividades de ocio que son enriquecedoras y beneficiosas, para los propios pensionistas y para la sociedad en general. En segundo lugar, porque es preciso dejar espacio en el ámbito laboral a las nuevas generaciones, ya que existe mucho paro juvenil.
Respecto a la sostenibilidad de las pensiones pueden financiarse a través de los impuestos también, si es necesario. Todos los ciudadanos tienen que ser conscientes de que las pensiones son un derecho para todos los trabajadores. La solidaridad intergeneracional es lo lógico, en cualquier país democrático y de derecho. Los planes de pensiones privados existen como una alternativa u opción que, evidentemente, no está al alcance de todos los bolsillos.
No debe extrañar que todos los fines de semana aparezcan en las cadenas de televisión españolas, en los informativos, manifestaciones y marchas pacíficas de los jubilados, que reclaman pensiones que les permitan vivir con dignidad.
Con la pandemia del coronavirus en España se ha incrementado el número de pobres, concretamente, un millón más. Es otro dato más que indica la situación económica existente. Pero, también es cierto que los ricos son más ricos. Por tanto, la desigualdad ha aumentado, con esta situación sanitaria que estamos padeciendo. Cada día mueren de hambre en el mundo más de 20.000 seres humanos, según los datos disponibles.
La situación mundial, desde la perspectiva económica es compleja y difícil, pero esto no suprime la necesidad ética de atender las demandas de los jubilados. Todos nos jubilaremos, si no morimos antes. Esto significa que unas pensiones dignas son exigibles para todos, en el presente y también en el futuro. Y si no colaboran económicamente todos los ciudadanos, en la medida de sus posibilidades, en el sostenimiento económico de las mismas, esto nos afectará negativamente a todos, más pronto o más tarde.
Se puede disfrutar de la jubilación de muchísimas formas. El dinero parece la premisa básica para poder gozar de una buena calidad de vida, pero con pensiones adecuadas, no es el problema principal.
El estilo de vida debe ajustarse al presupuesto de que se dispone. La felicidad no solo está en los viajes, también se puede disfrutar de las pequeñas cosas diarias. En la etapa última de la existencia, la prioridad debe ser el cuidado de la salud y la tranquilidad, aunque esto puede aplicarse también a la edad adulta y madura y a la juventud y al periodo de la infancia.
Ciertamente, la esperanza de vida es mayor, afortunadamente, pero, en mi opinión, aunque esto es así, considero muy aconsejable no posponer las cosas que cada uno quiere hacer, si todavía se está sano y se tienen fuerzas suficientes. Existe la expresión adultos mayores que pone en valor la experiencia de la gente, que ya ha alcanzado una cierta edad.
No debe existir socialmente gerontofobia, pero se percibe su existencia en el ambiente social actual. Y no debería ser así, por numerosas razones. Todos llegaremos a ser mayores y nos gustará, como es lógico, que se nos trate bien. Además, las personas pueden alcanzar grandes logros a cualquier edad. Ante todo, somos personas, independientemente de la edad que se tenga.
Otra cuestión importante es que los pensamientos negativos no deben aflorar o surgir en las mentes de los jubilados. Todo lo contrario, es mejor un optimismo, que llena de positividad todo lo que se hace. La vida es incierta y está sometida al azar, pero esto no debe impedir que los sujetos sean felices y entusiastas en su vida real y luchen con toda su energía por alcanzar realizar todo lo que quieren.
Existen muchísimas posibilidades que se abren a los jubilados, que disponen de todo su tiempo para vivir plenamente. Las metas, propósitos, proyectos o sueños pueden realizarse siempre y también cuando se es mayor y se está jubilado. A mi juicio, esta es la mejor forma de vivir con alegría e ilusión en este planeta. No hay límites usando la inteligencia y la perseverancia, en lo que se puede conseguir.
José Manuel López García